Panteones semivacíos o cerrados destacan en esta celebración de Día Muertos en diferentes puntos del estado de Puebla, donde en general las familias decidieron mantener la tradición de los altares para recordar a sus muertos.
En Atlixco, principal productor de cempasúchil en el país, el precio de la flor se quedó a la mitad de precio, como una estrategia para salvar la cosecha. Eloy Soledad Torijano, administrador del cementerio, explicó que el promedio diario de visitantes a ese sitio entre sábado y domingo fue de 350 y 400 personas. Apenas un 10 por ciento del realmente esperado.
“Varias pueden ser las explicaciones: la mayoría de los atlixquences espera el 2 de noviembre para llegar en cantidades máximas; de plano quedaron desanimados por las vallas y los controles estrictos de seguridad o prefirieron quedarse en casa tal y como recomendaron las autoridades”, observó.
Sin pandemia, finalizó, entre el 30 de octubre y 1 y 2 de noviembre llegan más de 10 mil personas al panteón. “Y con pandemia en las primeras 48 horas de este lapso apenas son 800. Ya veremos este lunes”, acotó.
Por otro lado, a punto que de llegar el fin de la temporada más grande para miles de productores de cempasúchil y terciopelo de la región, el precio promedio de la maleta fue de entre 60 y 70 pesos.
“Ciertamente no es la mejor cantidad. Queríamos mantenerlo en 90 o 100 pesos. Pero tampoco son los 50 pesos del jueves o viernes. Es para salvar la cosecha y no perder, aún con la pandemia del Covid-19. Y sin la vista de muchos de los clientes grandes”, señaló Lorenzo Díaz Ortega, coordinador de la Plazuela del Productor de Santa Rita, el centro de venta más grande de Puebla.
“Esperamos el lunes 2 de noviembre sacar algo de último momento para los gastos de los siguientes días”, finalizó.
OFRENDAS EN ACATZINGO
Los habitantes del municipio Acatzingo viven la festividad más emblemática del país, con el inusual cierre de los panteones para impedir aglomeraciones ante la pandemia de la Covid-19.
A decir de los pobladores, se vivirá una celebración de "Todos Santos" atípica, pero ello no significa que olviden a sus seres queridos difuntos, ya que como dicta la tradición, los esperan en casa con ofrendas en su honor.
"Aunque cierren los panteones y no podamos ir a dejar flores en su día, saben que no los olvidamos y los esperamos en casa", señalaron.
De acuerdo con las instrucciones de las autoridades municipales, los 14 camposantos de la cabecera municipal restringieron el acceso a los deudos que como año con año acudían a enflorar las tumbas de sus difuntos.
Este 1 de noviembre de 2020 en Acatzingo, los camposantos lucieron desolados, a diferencia de los años anteriores cuando se podían observar decenas de personas limpiando tumbas, colocando flores, velas y veladoras, así como familias enteras unidas elevando una oración por el eterno descanso de sus difuntos.
Sin embargo, algunas tumbas sí lucieron con flores, ya que previo al cierre de los cementerios varias personas aprovecharon para ir a dejar flores con la intención de honrar la memoria de quienes se adelantaron en el camino del más allá.
GASTAN HASTA 25 MIL PESOS EN TLANALAPAN
De 10 a 25 mil pesos gastan habitantes de la comunidad de San Rafael Tlanalapan, para la elaboración de las tradicionales ofrendas nuevas, dedicadas a familiares fallecidos desde el mes de noviembre del año pasado a septiembre de este año, así como para la realización de alimentos que ofrecen a la gente que acude a visitar las ofrendas, donde en una vivienda pueden llegar de 200 a 500 personas durante el 1 y 2 de noviembre.
De acuerdo con los textos literarios del extintor cronista auxiliar de Tlanalapan, Benito Benítez Cruz (+), para las ofrendas nuevas, se manda a hacer una fotografía grande de la persona fallecida, se hace pan de temporada de muertos, que van de los 300 a 500 piezas.
Las ofrendas son adornadas con frutas como naranja, mandarina, caña, jícama, guayaba, plátano, durazno, melón, papaya o sandía, dulces típicos como la palanqueta, alegría, calabazote, chilacayote, higos y membrillo, figuras de yeso como los lloroncitos y angelito, un exhumadero, se adquiere flor de cempasúchil, tela blanca, figuras de cartón, así como lo necesario para los alimentos a ofrecer.
* Con información de Silvia Campos y Ascención Benítez