En el marco del Día Mundial del Paludismo, la Jurisdicción Sanitaria 07 con sede en Izúcar de Matamoros anunció programas de prevención del contagio, pese a que Puebla no es endémico del padecimiento, según datos oficiales.
De acuerdo con el área dedicada a la epidemiológica de la jurisdicción indicó que el paludismo es una enfermedad causada por un parasito y transmitida vía sanguínea a través de un vector (mosquito) llamado Anopheles que afecta, principalmente a niños menores de cinco años, mujeres embarazadas y viajeros.
Pese a que no informaron números sobre este caso, comentaron que durante esta semana arrancarán con algunos programas de prevención, además se han puesto en marcha otras actividades referentes a los Martes Ciudadanos que se han realizado en diferentes partes de los 21 municipios de la Mixteca Poblana que comprende la Jurisdicción.
De acuerdo con el reporte federal de noviembre de 2022, en cuatro años disminuyeron 69.8 por ciento los casos de paludismo en México, y solo coloca a cuatro estados dentro de las estadísticas con 118 casos autóctonos confirmados, distribuidos en los estados de Chiapas (67.8 %), Campeche (22.9 %), Chihuahua (6.8 %), Tabasco (1.7 %) y Sinaloa (0.8 %).
Por su parte, el área epidemiológica de Izúcar de Matamoros confirmó casos cada año de dengue, zika y chikungunya, por lo que en días pasados el gobierno municipal y la jurisdicción arrancaron con la descacharrización que permitirá prevenir las enfermedades antes mencionadas en la zona que es más frecuente.
Según los datos del gobierno federal, durante el 2020 el estado de Puebla reportó 972 casos, 806 etiquetados como Dengue No Grave, 140 de Dengue con Signo de Alarma y 26 con Dengue Grave, sin embargo, tras la llegada de la pandemia de Covid-19, el gobierno implementó una intensa campaña de sanitización y descacharrización.
Lo anterior derivó que para 2021 se registró una disminución con una cifra total de 127 casos de dengue, 97 de Dengue No Grave, 26 de Dengue con Signo de Alarma, y 4 con Dengue Grave, sin embargo, para el 2022 la cifra se elevó a 167 casos.
UN MAL CASI ERRADICADO
Para Delfina N., de 67 años de edad, una ama de casa originaria del barrio de San Bernardino ubicado en el municipio, recordó las crueles enfermedades que vivió en su juventud como la viruela, el sarampión y el paludismo, de donde lamentablemente por falta de medicamentos y atención médica las personas fallecían.
“Nos tocó un momento complicado allá por el año 1975 cuando la gente moría por esas enfermedades, no había médicamentos, no había vacuna, para gente más grande que yo, no sabían qué enfermedades eran, solo tenían fiebre, diarrea y días después nos enterábamos que morían”, señaló.