ATLIXCO, Pue.- A casi un año de celebrarse las elecciones de2018, donde estará en juego la presidencia municipal, en el ánimopolítico de este municipio, quizá el tercero electoralmente másimportante de Puebla, existen hasta el momento tres“suspirantes” a la alcaldía.
Una mujer y dos hombres aparecerían en la boleta para lapresidencia municipal según la inercia de los últimos tiempos:Hersilia Córdova Moran, actual legisladora federal de AntorchaCampesina (AC), Guillermo Velázquez Gutiérrez, hoy director delInstituto Tecnológico Superior de Atlixco (ITSA) y Jesús LuévanoMoranchel, un empresario quien regresó a buscar esa posición.
LUÉVANO YMORENA
Tras la escisión de la izquierda en el país, en Atlixcoocurrió el mismo fenómeno: los “lopezobradoristas” dejaron elPRD y el PT en este municipio para sumarse al Movimiento deRegeneración Nacional (Morena) y los resultados fueron evidentesdesde la primera elección en la cual participaron como partidopolítico. Aunque antes ya habían dejado huella y lanzaron unmensaje.
Por ejemplo, en 2006 con López Obrador en la boleta y con unaalianza de por medio rumbo a la presidencia de la República, susseguidores arrasaron en este municipio con número contundentes: 2a 1 sobre el PAN y 3 a 1 sobre el PRI en esa contienda federal. Unainigualable cifra de 27 mil votos en Atlixco. El parámetro estabadado: con 16 mil o hasta con 14 mil ganaron los priistas yalbiazules la alcaldía en años anteriores.
En el 2012 ya como partido, los seguidores de López Obradorvolvieron a hacerlo: en el municipio de Atlixco obtuvieron 25 milvotos para ese candidato. Peña Nieto sólo logró 11 mil yJosefina Vázquez Mota 13 mil, tomando en cuenta algo: el bastiónpanista desde 1996 para Acción Nacional.
Sin embargo, la pregunta es obvia: ¿Cuál son los resultados deellos en las elecciones intermedias locales? Más de uno pensóobtendrían una diputación estatal o una presidencia municipal.Pero la realidad es otra.
La falta de un candidato fuerte, con verdadera presenciapolítica y recursos económicos para competir con el PAN-Gobiernoy con el PRI-Gobierno son unas de las razones de sus todavía notriunfos locales. Sus candidatos son caracterizados por serpersonajes muy “honestos”, de la sociedad civil, pero sindinero y sin maquinaria electoral. La gente de Morena en Atlixcosólo vota en las urnas y muy poco llena plazas públicas paramítines.
El 2018 pinta mejor, dicen algunos de sus integrantes: JesúsLuévano es un empresario exitoso nacido en Atlixco, en medio decarencias económicas, que a los siete años abandonó elterritorio. 35 años después, y con la empresa constructoranúmero 67 del país en el hombro, regresó para ser el candidato.Y quizá por ese partido.
Tiene dinero, mucho dinero, y sigue reuniéndose, como desdehace medio año, con diversos sectores y militantes de todos lospartidos para ganar simpatizantes. Luévano pretende ser candidatoindependiente, pero sus asesores ya “echaron el ojo” a Morena.Y Morena, a pesar de no decir nada hasta el momento, está enespera de una señal para sentarse. Y ambos cortan las hojas delcalendario para saber de fechas rumbo a la elección referida.
Algunos de sus oponentes políticos de cara al 2018 asegurantienen “guardado” un “amplio y negro” expediente derivadode su paso por el gobierno de Tlaxcala. “Un fajo de acusacionescapaz de sacarlo por completo de la jugada”. Sin embargo, elinvolucrado dijo recientemente que “no tiene preocupación porese tema ya solventado”.
Los líderes de Morena son pocos: Rogelio Romero fue candidato ala diputación federal y perdió. Pero maneja uno de los dos gruposexistentes. El otro grupo está formado por expriístas yexcatedráticos de la BUAP. Y un pequeño tercer sector en manos deuna diputada federal plurinomial, una mujer indígena de Huilango:Blandina Ramos Ramírez. Los morenistas de Atlixco no tienencontacto con la prensa por “vendida”.
HERSILIA CÓRDOVA Y ANTORCHACAMPESINA
Hersilia Córdova Moran, maestra de profesión y hermana deAquiles, el líder nacional de Antorcha Campesina, es la cabezamás visible de esa organización política en Atlixco. Hoy esdiputada federal plurinominal y su cuñado Juan Manuel Celis es eldiputado federal por este Distrito 13 con cabecera en Atlixco. Perolos papeles están invertidos: es ella quien trabaja en esta zona,tal y como quedó claro en el reciente informe de actividades de lasemana pasada.
La primera es quien manda y ordena desde su nueva y lujosaoficina en la exfábrica La Concha, inmueble comprado en el 2009 en40 millones de pesos a los exobreros. Ya dijo: “quiero gobernarAtlixco y aunque no me quita el sueño, quiero ser presidentamunicipal”. Y la anterior frase resume el único propósito desdesu llegada hace más de diez años, aunque aparecieron en la esferapolítica en el 2008.
Actualmente un chiste entre los priístas de Atlixco escotidiano: “Antes se resolvían las cosas en la CROM y en la casade Eleazar Camarillo. Hoy en La Concha”. Y hasta ahí llegancomerciantes, tianguistas, taxistas, exobreros, profesionistas,deportistas, desvalidos, maestros… prácticamente todos a pedirayuda.
Y la encuentran a cambio de “solidaridad” con ese movimientopolítico, cultural e ideológico. Hoy Antorcha es la CROM endécadas pasadas de un sector de atlixquenses. Solidaridad esentendida como ir a mítines, cumplir faenas y votar por el PRI…o por quienes ordenen.
Poco a poco comenzaron a ser vistos en Atlixco: “fueronparacaidistas” en la colonia Bugambilias de Atlixco, una de lasmás lejanas del sur del municipio que desde luego no contaba conescrituras, pero con terrenos “jugosos”. Y llegaron para ya noirse. A pesar de sus esfuerzos, no consiguen hacerse oficial ylegalmente de esos lotes. Pero viven ahí.
Después fueron a Metepec, la junta auxiliar más grande deAtlixco, allá por los rumbos de las faldas del Popocatépetl. Yatienen, tras un lustro de aparecerse en esos terrenos rocosos,baldíos y llenas de tierras, varias colonias con papeles. EntreBugambilias y Metepec serán más de 2 mil familiasantorchistas.
El transporte también es un negocio fuerte de AntorchaCampesina. Sin embargo, caminan con más cuidado porque frente aellos tienen a Héctor Castillo: un tipo igual de rudo. Codo acodo, con mentadas de madre, golpes y puños pelean pasajeros,derroteros, caminos, calles. Pero se saben iguales y se miden desdelejos. Antorcha tiene rutas dentro de la ciudad, en las juntasauxiliares y municipios cercanos.
Junto a la cultura, la educación es, en el discurso, la teoríay la práctica de Antorcha en Atlixco. Y para certificarlo poseenen sus manos, vía la Secretaría de Educación Pública (SEP),prácticamente de todo en Atlixco: el preescolar Justo Sierra, elmás grande, importante e histórico de Atlixco. La directora eshija de una de las prominentes antorchistas: Norma ElisaCastillo.
Secundarias varias, pero la más lucida y de mayor poder es laTécnica número 3. No la más grande, no la más tradicional, nola más importante: la más respetable, antes de su llegada en el2001, por la sociedad de Atlixco. Todas las familias aspiraban ainscribir a sus hijos ahí. Hoy, tiene los mismos resultadosacadémicos, pero con un adiestramiento ideológico muy cercano ypegado a Antorcha. La directora es Norma Elisa Castillo, su primerintento de candidato del PRI a la presidencia municipal. Peroperdieron internamente en el 2008.
“Antorcha es un peligro para Atlixco” es la frase másrepetida por sus adversarios y enemigos políticos. No sólo muchosen esta ciudad, también dispuestos a no permitir el arribo de esaorganización al gobierno enajenado por los panistas. Es una luchaabierta. Sin cuartel, rumbo al 2018.
Antorcha no cierra calles en Atlixco, no hace plantones frente ala presidencia municipal. Hace festivales culturales en el zócalosin perjudicar o molestar a nadie. Pero gestionó en el 2016 másde 280 millones de pesos en obras para Atlixco: gimnasios,escuelas, techos, alumbrados. El edil panista José Luis Galeazzi,acusado por Ana Teresa Aranda de prácticamente entregarles laestafeta, los acompaña en sus inauguraciones.
“Antorcha quiere lavarse la cara, pero su pasado loscondena”, dijo un panista a Celis en campaña. “Nosotrosqueremos la grandeza de Atlixco y ayudar a los pobres de los pobresde este lugar”, repite Hersilia.
VELÁZQUEZ Y ELBLANQUIAZUL
José Guillermo Velázquez Gutiérrez es actualmente directordel Instituto Tecnológico Superior de Atlixco (ITSA). Exdiputadofederal y hoy nuevamente aspirante a la alcaldía. Primero fue edilsu hermano Felipe y busca completar la dupla en el 2018. Encabezauna de las corrientes panistas de mayor influencia en el PANlocal.
La anterior situación, asumen panistas, termina por colocarlocomo el “candidato natural” de ese partido para el próximoaño. Incluso, rescatan sus seguidores, está adelante en lasencuestas de Acción Nacional. “Y esa sería una razónsuficiente”, arguyen.
Cercano del alcalde José Luis Galeazzi Berra y del gobernadorAntonio Galy Fayad, quienes “inclinarían” la balanza a sufavor en la contienda interna para el próximo año, según lospronósticos al interior de ese instituto político. Hasta elmomento no aparece algún otro aspirante para disputarle esaplaza.
A pesar de eso, un sector de militantes del blanquiazulconsidera que “no es la opción adecuada por tratarse de unmiembro más del grupo de “neopanistas” apoderados del poder enAtlixco desde 1996”.
Mantiene vivas sus intenciones en un momento en el cual AcciónNacional intenta en este municipio estabilizar la “nave”electoral en picada en el asunto de las cuentas electorales. Hayquienes piensan, “solos no ganarán en el 2018 y requieren dealianzas”.
Aunque recientemente surgió el rumor y la sombra de SalvadorEscobedo Zoletto, conocido en el ánimo político de Atlixco comoel “mandamás”. Primer edil de oposición tras la caída delrégimen caciquil de la CROM. Y de quien dicen regresaría para“poner las cosas en su lugar” y competir con AntorchaCampesina.
Exdiputado federal, local, secretario de estado con FelipeCalderón, secretario estatal con Rafael Moreno Valle y diputadolocal. “Es quien manda todavía en el PAN de Atlixco.