La industria textil mexicana, especialmente en ciudades como Tehuacán, se encuentra en una encrucijada debido a la creciente competencia de productos chinos y las recientes fluctuaciones económicas que han afectado significativamente su rentabilidad.
La llegada masiva de ropa de origen chino ha provocado una disminución en las ventas de prendas producidas localmente. Según testimonios de trabajadores del sector, los productos chinos, disponibles en tiendas departamentales, plataformas digitales y mercados, han ganado terreno debido a sus precios considerablemente más bajos, a pesar de su menor calidad en comparación con los artículos fabricados en México.
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Julián Jalif Hernández, representante de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (Canaive) en Tehuacán, lamenta esta situación y señala que las cadenas comerciales están optando por importar productos chinos debido a sus costos de producción más bajos. Hernández enfatizó el impacto negativo de la baja del dólar en un 25% y el aumento de salarios en un 20%, lo que ha elevado los costos de producción hasta en un 40% para los exportadores locales.
Por otro lado, Alejandro Olivares, fabricante de pantalones, informa que la competencia china ha reducido considerablemente la demanda de sus productos. Explica que los altos costos de producción en México, donde el precio de la tela, la maquila y el empaque resulta en aproximadamente 130 pesos por pantalón, no pueden competir con los productos chinos que se venden en los mercados locales a precios tan bajos como 85 pesos por unidad.
Además, Olivares destaca el problema de la escasez de mano de obra calificada en la industria textil mexicana. Señala que muchas empresas tienen un número limitado de trabajadores, lo que dificulta aún más la competitividad y la rentabilidad del sector.
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En resumen, la combinación de la competencia extranjera, la fluctuación de las tasas de cambio y la escasez de mano de obra está ejerciendo una presión significativa sobre la industria textil mexicana, especialmente en regiones como Tehuacán. Los actores del sector urgen a encontrar soluciones para mantener la viabilidad de la industria y proteger los empleos locales.
*Con información de Iván Rodríguez