Atlixco.- Después del cambio y disminución en el Semáforo de Alerta Volcánica de Amarillo Fase 3 a 2 decretado por el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) la mañana del martes, comunidades cercanas al Popocatépetl no quitan el dedo del renglón: “Don Goyo es nuestro amigo”, refirieron sin tapujos.
A las nueve de la mañana de ayer, en su cuenta oficial de Facebook el gobernador Guillermo Pacheco Pulido publicó esa información:
“El presidente Andrés Manuel López Obrador dio a conocer que el Cenapred ha comunicado el cambio en el semáforo de alerta del volcán Popocatépetl de amarillo fase tres al actual de amarillo fase2. En Puebla mantenemos las acciones preventivas de acuerdo a los protocolos de Protección Civil”.
Una vez confirmada esa noticia, funcionarios del Ayuntamiento salieron rumbo a tres comunidades cercanas al coloso: San Pedro Benito Juárez, La Magdalena Axocopan y San Juan Ocotepec. Justo donde se llevaron a cabo tareas de simulacros y de información por la entonces creciente actividad de Don Goyo.
En este segundo sitio, Ángel López, un padre de familia espera pacientemente a su hija en las afueras del preescolar llamado Popocatépetl. “Todo está normal... tranquilo. Sabíamos tarde o temprano esto pasaría. Son ellos, los de la ciudad, quienes son los más preocupados”, suelta con desdén.
Adentro del kínder, integrantes del Comité de Padres de Familia en el tema de Seguridad Pública y Protección Civil, en su mayoría mujeres, platican sobre la “buena nueva”. Algo dicen entre ellas capaz de sacarles una sonrisa:
“Una cosa importante: ya estamos mejor preparados para un nuevo aviso. Aunque, como marca la sabiduría de nuestros abuelos, esto es así. Se enoja y vuelve a contentarse el Popo. Nada cambia y nada cambiará. Pero no está de más hacer ejercicios de seguridad”, enfatizó Maricela, la presidenta.
Representantes de Protección Civil local argumentan tener la razón: “Frente a los constantes cambios del volcán, la respuesta de todos. Podemos decir misión cumplida por el momento. Ya veremos para la próxima prueba si respondemos mejor”.
Antes de abandonar los salones, los pequeños de tercer grado de preescolar sacan del cajón de los recuerdos algunos dibujos hechos en momento de ansiedad social por las constantes explosiones de su eterno acompañante. Y mueven uno en particular: es un cráter pintado de rojo, color de la lava y del fuego, vomitando miedo y peligro.
A esa pintura muestran otro hecho curiosamente la mañana de este martes por otra alumna. El contraste y el resumen de la nueva decisión oficial: aparece el sol radiante, el verde de su Axocopan y un coloso pintado de nieve blanca. “Ya ven... es nuestro amigo... pero no entienden”, remató el padre ansioso por irse de la mano con su hija.