Francisco Z. Mena, Pue. - El cuerpo de Isaac N, una persona que murió desde la madrugada del 5 de mayo en la Ciudad de México, no ha podido ser sepultado porque en dos comunidades, La Pahua y Jaltocán, le han negado el permiso de inhumación a sus familiares.
Los deudos indicaron que el finado presentaba problemas en los pulmones, pero recientemente, se complicó su salud, razón por la que tuvo que ser hospitalizado.
Autoridades del hospital señalaron que era sospechoso de SARS-CoV-2, incluso, en el acta de defunción así se especificó, lo cual ha sido motivo para que autoridades de Francisco Z. Mena le nieguen un espacio en un camposanto.
Los familiares explicaron que el cuerpo del finado arribó a su natal Jaltocán porque esa fue su petición en vida, que sus restos fueran sepultado en su pueblo.
Sin embargo, problemas con familiares derivaron en una ríspida discusión durante la madrugada de este miércoles 6 de mayo, justo cuando se pretendía sepultarlo. “Llegó un medio hermano del difunto y nos corrieron, de hecho, ellos siempre estaban de pleito”, expusieron a este medio familiares, quienes solicitaron su derecho al anonimato para no generar más conflictos en la comunidad.
“Llegó con una supuesta orden de la Ciudad de México; los de la carroza traían su traje para evitar contagios, lo querían hacer sin permiso y eso molestó a los que vivimos en la comunidad, el cuerpo llegó como a la una de la mañana o antes y a esa hora lo querían enterrar; la caja completamente sellada con nailon, yo estuve presente”, explicó un habitante de Jaltocán, quien también solicitó su derecho al anonimato.
Ante este hecho, los deudos acudieron a la comunidad La Pahua de la misma demarcación el miércoles. De manera verbal, aseguraron que se les concedió un espacio en el panteón; sin embargo, por lo estipulado en el acta de defunción, no permitieron que el cuerpo estuviera en la localidad pese a que ya estaba lista la gaveta.
Este jueves 7 de mayo, el cadáver permanece en un predio cercano a la comunidad, acompañado de los pocos familiares que están a la espera de que se les otorgue un espacio para darle sepultura, pues temen que por el clima cálido exista pronta descomposición.