San Martín Texmelucan, Pue. Dos mujeres en dos diferentes épocas marcan la historia de Texmelucan, quienes fueron féminas trabajadoras, luchadoras, políticas y servidoras públicas, las cuales enaltecen a este sector en la sociedad, dentro del marco del día internacional de la mujer que se celebra este 8 de Marzo de acuerdo a los textos literarios del Cronista Municipal de San Martín, Jesús Contreras Hernández.
Como fue María Josefa Arauz, Viuda de Don Ignacio de la Barreda, en 1816 fue acusada por la Corona Española del delito de Infidencia; es decir, de ser desleal al rey y al virrey, como mujer, en una época difícil para ellas, tuvo la desgracia de ser saqueada y puesta en el estado de la indigencia por los rebeldes, cuando invadieron el pueblo de San Martín Texmelucan, después de huir de estos y de los riesgos a que estaba expuesta, tuvo que salir precipitada y casi mendigando con 5 tiernos hijos al pueblo de San Felipe Ixtacuixtla, Tlaxcala.
Ahí fue secuestrada y hecha por violencia, amante del sanguinario insurgente Coronel Vicente Gómez, quien la utilizó para curar a todos los heridos de su tropa y luego llevándola en calidad de amasia al curato de Atlangatepec y entregándola al cura Don Juan Duran para que la tuviera a su disposición e incomunicada. Por tales actos, el ejército realista la apresó junto con sus cinco hijos y la mantuvo en cautiverio hasta que murieron todos sus vástagos. Doña María Josefa Arauz, luego de comprobarse su inocencia, siguió curando a los heridos de ambos bandos, en el hospital militar que funcionó en el pueblo de San Martín entre 1818 y 1820.
Y el caso de Esperanza Ramos de Naranjo inició su trabajo político en 1945, para 1947 recibió el nombramiento de parte del Comité Ejecutivo Central del PRI presidido por el General. Rodolfo Sánchez Taboada como Secretaria de Acción Femenil del Comité Ejecutivo Regional en el estado de Puebla. En 1954 fue nombrada Oficial Mayor de esta organización en su sede estatal en Puebla, donde en 1960 la eligieron Secretaria de Acción Femenil.
Desde esta posición y con el apoyo de su organización CROM es postulada y triunfa en la elección de 1962 y se convierte en la primera mujer que ocupa una curul en el Congreso del estado de Puebla, formando parte de la XLII Legislatura local, concluye el también Coordinador Regional del Consejo de la Crónica del Estado de Puebla.