Chietla.- Con un millón 700 mil toneladas de caña, este 16 de noviembre dio inicio de manera oficial la zafra 2020-2021 en el ingenio azucarero de Atencingo, municipio de Chietla, considerado como uno de los principales motores de la economía en la zona sur del estado de Puebla, al dar empleo directo a alrededor de 3 mil 500 trabajadores de los diferentes municipios de la región.
Lázaro Bello García, líder cañero de la unión local de productores de caña de la Confederación Nacional Campesina (CNC) con sede en Chietla, mencionó que a pesar de la pandemia de Covid-19 no se retrasó esta actividad, por lo que de manera oficial la cosecha dio inicio con líneas de estrategia ante la nueva normalidad.
Desde el domingo, la quema de la vara dulce inició en la junta auxiliar de La Galarza, una de las comunidades con mayor número de hectáreas sembradas, después se prevé que siga en San Juan Colon, San Nicolás Tolentino y San Juan Raboso, todas del municipio de Izúcar de Matamoros, y al paso de los días, en Escape de Lagunillas, perteneciente a Chietla, así como San José Teruel y La Magdalena, del territorio de Tepeojuma, entre otras más, donde a través de los comisariados ejidales se coordinan para dar apertura a la quema de caña de manera responsable.
En esta ocasión, se espera la molienda de un millón 700 mil toneladas de vara dulce, en una superficie de 15 mil 393 hectáreas de los municipios de Chietla, Tilapa, Tepeojuma, Izúcar de Matamoros y municipios del estado de Morelos como Axochiapan, además de que este inicio de zafra se traduce en una fuente de trabajo para todas las familias de la zona Mixteca al resaltar que es la solución a todos los problemas económicos que cada uno de los diferentes municipios vive.
Bello García adelantó que, de acuerdo con lo proyectado, se espera que la cosecha concluya hasta el próximo 18 de mayo de 2021, es decir, tendrá una duración de cerca de seis meses de arduo trabajo, en el que participarán más de 2 mil 300 cortadores de caña, 92 alzadoras, 365 camiones de carga pesada, 66 tractores y más de 300 carretas que usan algunos ejidos y que conforman los municipios adheridos a la Mixteca poblana, al igual la ayuda que se pueda brindar a otros ingenios que se encuentran en el país.
PRODUCCIÓN Y SALARIOS
De acuerdo con la CNC, solo en el ciclo 2019-2020 se generó más de un millón 676 mil toneladas de molienda que ingresaron al ingenio azucarero de Atencingo, con la ayuda de cerca de 4 mil trabajadores que operaron durante la temporada.
El dirigente explicó que los salarios que perciben los trabajadores son distintos, dependiendo de su área, sin embargo, para un cortador de caña, el cual es el empleado de más bajo rango, supera los 2 mil pesos semanales y el más beneficiado son los productores de la vara dulce, pues reciben 110 mil pesos por hectárea de caña quemada y procesada.
Con los datos de esta dependencia, entre el mes de noviembre de 2019 a mayo de 2020, hubo una derrama económica para los cañeros de un millón 634 mil 643 pesos, por su parte para la empresa industrial se registró una derrama económica de un millón 233 mil pesos, es decir, cerca de tres millones de pesos durante los seis meses de labores.
En la temporada pasada la producción alcanzó un total de un millón 650 mil toneladas industrializadas, con un resultado final de producción de azúcar estándar de 208 mil 567 toneladas fabricadas, números que los cañeros esperan superar en este nuevo ciclo, puesto se le han apostado para que se superen los más de millón 700 mil toneladas de vara endulzante que ingresarán a la empresa azucarera.
MANO DE OBRA POR EXCELENCIA
Una vez que concluye la zafra, cerca de 3 mil 500 personas se quedan sin empleo y un 30 por ciento de estos son contratados por empresas que llegan a ofrecer trabajo para el corte de uva en Caborca, Sonora, por lo que en su mayoría ya han viajado en más de 10 ocasiones. Los contratistas les brindan comida, transporte de ida y regreso incluido, además de su jornal.
Los trabajadores seleccionados para esta labor son principalmente los de municipios como Izúcar de Matamoros, Tlapanalá, Chiautla de Tapia y Tilapa por su experiencia en el corte.
Alguno se queda a trabajar sus tierras y otros viajan, pero en medio de la pandemia no han podido trasladarse a Sonora, a pesar de que la primera mitad del año fue la mejor para el corte de esta fruta.
Alfonso Pantaleón, originario de La Galarza, es uno de los tantos cortadores de caña, quien a sus 68 años de edad lleva más de 40 años en esta actividad, por lo que se ha desempeñado como chófer de carro cañero, hasta dirigente de una cuadrilla y actualmente solo ayuda cuando puede, pues la edad ya no le permite rendir mucho.
“Antes era un joven, tenía un gran potencial, pero todo por servir se acaba, hoy solo ayudo en lo que puedo para obtener un poco de dinero para llevarme a la casa”, puntualizó.
El jornalero detalló que después de la zafra, se dedica a la venta y compra de ganado y a sus parcelas, para que el próximo año puedan tener más rendimiento y producción.
Gonzalo, otro campesino de la junta auxiliar de La Galarza, externó que ya está preparado tanto para este comienzo de corte como para el final, toda vez que en Sonora puede mejorar su economía una vez que concluya la quema de la vara dulce y a pesar de escuchar que algunos son maltratados al llegar allá, buscará ir por segunda ocasión con la ilusión de mejorar su economía.
“Terminando la zafra, descansaré unos días, para que después me pueda trasladar a Sonora durante los próximos meses y traer algo de dinerito. Espero que haya trabajo por la pandemia”, señaló.