COXCATLÁN, Pue.- Una enfermera del IMSS y su esposo, que sedesempeñaba como policía de la población de Alcomunga, Ajalpan,fueron ejecutados a la orilla de la carretera Coxcatlán-Tlacotepecde Porfirio Díaz. Sus cuerpos putrefactos estaban maniatados y conel tiro de gracia; sus familiares los identificaron por suvestimenta.
Eusebia Hernández López, de 47 años, y Fortino AndradeMartínez, de 33, fueron hallados sin vida en el paraje conocidocomo “El Paredón”, ubicado en la población de Pala,perteneciente al municipio de Coxcatlán.
Sus parientes llegaron para la labor de reconocimiento alkilómetro 9+600 de la autopista mencionada, donde policíasmunicipales y estatales ya custodiaban la zona.
Al lugar también arribaron elementos de la Fiscalía Generaldel Estado (FGE), quienes realizaron el levantamiento de loscuerpos, que fueron trasladados al anfiteatro de Coaxcatlán, traslo que se abrió una carpeta de investigación por el doblehomicidio.
El subalterno de Alcomunga, Pedro Cano Hernández, detalló quela pareja fue reportada como desaparecida desde el sábado en laFiscalía, pero, como había problemas en otros lugares, esperarona que los peritos llegaran a su domicilio, donde se observó quehabrían ingresado a la fuerza.
Señaló que las víctimas vivían solas en una casa aislada enla comunidad. El sábado, la mujer no llegó a su vivienda despuésde salir de su trabajo, por lo que sus amistades comenzaron abuscarla hasta que se enteraron del hallazgo en la carretera.
SUPUESTOLINCHAMIENTO
Después del levantamiento de los cuerpos se informó que, en lapoblación de Alcomunga, unas 200 personas se concentraban en lapresidencia auxiliar para entregar a tres hombres que señalaban deser los responsables de la muerte de Hernández López y AndradeMartínez.
En un inicio se dijo que pretendían lincharlos, pero minutosdespués los pobladores pidieron la presencia de la FGE, por lo quese dirigieron al sitio acompañados de elementos de la PolicíaEstatal, así como de autoridades de la población, quienestrataban que los habitantes mantuvieran la calma.
Tras varias horas de negociación, los tres individuos fueronrelacionados con varios hechos delictivos en la comunidad y en laregión, por lo que los colonos exigieron a las autoridades quefueran castigados o ellos se encargarían de darles un escarmiento.Los señalados fueron Roberto A., Francisco A., y Hermelindo G.
Una vez negociada la entrega de los presuntos culpables, en lasoficinas del juez de paz, las autoridades regresaron a la cabecerapara poner a disposición a los tres detenidos, mientras que loshabitantes solicitaban públicamente al edil de Ajalpan, GustavoLara Torres, mayor seguridad en esta parte de la Sierra Negra,argumentando los hechos registrados hace algunos días.