A casi un año de que el actual ayuntamiento de Ixcaquixtla construyera las fosas para enterrar las toneladas de desechos que se habían acumulado durante años, el sitio se ha convertido en una enorme laguna con agua de lluvia mezclada con residuos, lo cual representa un foco de infección para los habitantes de la zona, que se encuentran a pocos metros.

En septiembre de 2023, el ayuntamiento encabezado por el edil Santiago Miranda, emanado de Morena, comenzó a cavar fosas para enterrar la basura.

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“El ayuntamiento concluyó los trabajos de reordenamiento y limpieza en el basurero municipal... dando mantenimiento a un total de 548 metros cuadrados y designando un área especial para la colocación de los desechos acumulados por el camión recolector”, se citó en un video de la página oficial de la actual administración.

Asimismo, informó que se había mejorado visiblemente la situación de riesgo ambiental que por más de dos décadas no fue atendida por las administraciones anteriores, las cuales, con la quema de basura, pretendían solucionar el problema, generando aún más contaminación.

Sin embargo, en marzo de este año, la basura que había sido enterrada sin ningún tratamiento para evitar la contaminación del subsuelo y los mantos acuíferos, se incendió por casi un mes, sin que el problema fuera atendido.

Actualmente, con las recientes lluvias, en una de las fosas se ha acumulado una gran cantidad de agua, y el personal del ayuntamiento continúa depositando los desechos allí.

Este problema podría convertirse en un criadero y proliferación del mosquito transmisor del dengue, lo cual representa un foco de infección para los habitantes de la zona.

A pocos metros de este tiradero se encuentra la colonia Fraternidad, además de campos de cultivo. Las quejas de los vecinos han sido constantes; incluso en una ocasión bloquearon el paso del camión de basura para impedir que se depositaran los desechos.

El ayuntamiento ha enterrado la basura sin ninguna medida para evitar que los lixiviados se infiltren en el subsuelo y contaminen los mantos acuíferos. Además, en otras ocasiones, el tiradero ha ardido por casi un mes, y ahora el agua se ha estancado junto con los desechos en la fosa.

Pese a que este problema ha persistido durante más de 15 años, ninguna autoridad, ni municipal ni estatal, lo ha resuelto hasta el momento.

Aunque el personal de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) acudió a Ixcaquixtla a supervisar el tiradero el año pasado, no ha pasado nada, a pesar de que la contaminación es evidente.

Mientras que la Profepa ha clausurado el tiradero de Atoyatempan, no ha hecho lo mismo con el de este municipio.

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A tres meses de que termine la administración de Santiago Miranda, se desconoce si cumplirá con la limpieza de este predio como lo anunció.