El municipio Chignahuapan y personal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente clausuró un inmueble, mismo que servía como aserradero. La razón fue que dicho lugar carecía del sustento legal para su funcionamiento.
El hallazgo lo realizó el organismo perteneciente a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) el pasado 6 de mayo. A través de sus redes sociales y canales digitales, se indicó que un equipo acudió a clausurar las operaciones de un lugar que operaba como aserradero, pero que no pudo acreditar el permiso para desarrollar dichas actividades.
El sitio en cuestión se encontraba cubierto por una lámina metálica, la cual servía de techo y era sostenida únicamente por algunas estructuras de cemento y con una abundante cantidad de madera y aserrín esparcida de forma desordenada en todo el inmueble. Ahí, en el lugar que carecía de paredes la autoridad aseguró, además de madera, una serie de objetos utilizados como maquinaria. Destaca una sierra estática que funcionaba con un motor eléctrico.
Lo anterior formó parte de una inspección realizada por la Profepa, en materia de vigilancia forestal en esa zona del estado. Pese a ello, no se informó acerca de las cantidades de producto maderero que fue incautado en el lugar, ni tampoco si se formularon las denuncias correspondientes.
Finalmente, vale la pena mencionar que, de enero a marzo de 2022, la Fiscalía General del Estado (FGE) lleva contabilizadas 16 carpetas de investigación por delitos contra el medio ambiente. Respecto al año anterior, esto significó un incremento del 60 por ciento, cuando en el mismo periodo se presentaron sólo 10 denuncias de esa índole.