Con recriminaciones hacia las autoridades investigadoras, familiares conmemoraron el "Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas" y recordaron que la cifra de personas desaparecidas, en los últimos cuatro años, asciende a 77 en la región de Huauchinango.
Con una lona que lleva la foto de 12 personas no localizadas, pancartas con imágenes de familiares desparecidos, un contingente de familiares marchó por las calles de Huauchinango, quienes señalaron en distintos momentos que se manifestaron porque aquellos que no lo pueden hacer por miedo.
Destacaron que se tiene registro de casi 80 personas desaparecidas, sin embargo, indicaron que la cantidad podría duplicarse si se considera aquellas familias que no realizan alguna denuncia o que, “simplemente se lo guardan por temor a ser re victimizadas”.
Destacaron que las autoridades no hacen su trabajo de investigar, no buscan realmente a sus familiares no localizados y por encima de esas actitudes, revictimizan a los dolientes, pues les quieren hacer que acepten que los desaparecidos “les ocurrió lo que les pasó por andar en malos pasos o por hacer cosas que no…”
Los manifestantes son del "Colectivo con amor y esperanza hasta encontrarles Puebla", quienes indicaron que se hacen cargo de acompañar a personas que al igual que ellos, están pasando por una experiencia equivalente con algún ser querido.
Con algunas consignas en voz alta, el contingente integrado en su mayoría por mujeres, madres, hijas, hermanas y amigas de alguna persona desaparecida, transitaron por las calles céntricas de la ciudad.
Previo a la marcha se llamó a las personas con algún familiar desaparecido, amigos, conocidos, a sumarse de manera pacífica a esta marcha.
La marcha partió desde la calle Matamoros y continuó llamando a la ciudadanía a la conciencia colectiva.
En el mitin que organizaron en la plaza principal, además de pasar lista d personas desaparecidas de Huauchinango, también mencionaron nombres de personas con la misma situación, de Poza Rica, Veracruz.
Terminaron asignando una fotografía a una silla vacía y dedicaron palabras de aliento y consuelo a sus seres queridos, indicando que seguramente los estaban escuchando.