En Ixtacamaxtitlán, tala destruye el tejido social

La confrontación entre las poblaciones genera división, incluso entre familias, por la defensa del territorio

El Sol de Puebla

  · lunes 13 de febrero de 2023

Lugareños defienden los bosques y la unidad de sus comunidades en Ixtacamaxtitlán. Foto: Cortesía

La tala no solo daña el equilibrio ecológico y el acceso al agua de manantiales, sino que también está rompiendo el tejido social en las comunidades donde se ha acentuado esta problemática, acusan habitantes de Ixtacamaxtitlán, luego de que retuvieron camiones de talamontes y estos fueran liberados por las autoridades.

El impacto de esta tala ya ha hecho mella en el equilibrio ecológico, hay sequía más severa, se han perdido varios manantiales, como en una comunidad que en 1980 tenían 24 manantiales, en la actualidad solo tienen siete para una localidad que está en crecimiento, no cuentan con pozo profundo.

En otra comunidad había cuatro manantiales y ya no tiene ninguno, en la comunidad donde está el conflicto había nueve manantiales y ahora solo quedan dos, también ha habido desgarre en el tejido social, por las personas que llevan a trabajar como talamontes, condicionados a que brinden información clave sobre los opositores a este ecocidio: "las familias se han distanciado".

También describieron que hay personas con miedo, otras que vendieron su terreno por necesidad o ignorancia, así como otros que fueron amenazadas; además, por diversos fenómenos sociales hay personas de la tercera edad que están solos.

Según los relatos, quienes han vendido sus tierras en 3 mil o 15 mil pesos por hectárea, conocen que un metro cúbico de madera vale 4 mil 500 pesos, los camiones los pagan en 7 u 8 mil pesos, camiones que llevan de 12 a 14 metros, pero quienes vendieron tienen miedo de declarar porque saben que quienes lideran todo esto son gente pudiente y que, si hablan, algo les puede pasar.

"Agotamos todas nuestras energías por el medio pacífico, por la forma correcta, pero creo que no ha dado resultado; ahora hasta nos dicen que esto no va a parar hasta que desaparezcan a varios de nosotros", dijo la fuente.

Existen pobladores que vendieron su terreno por necesidad o ignorancia, así como otros que fueron amenazadas. Foto: Cortesía

Amenazas y pobreza

Hoy hay amenazas directas contra al menos dos miembros de la comunidad que se opusieron a la tala en la comunidad de Mexcaltepec, amenaza directa hecha por uno de los trabajadores de Epigmenio y Guillermo, señalados como los propiciatorios de este ecocidio. Solo tienen fotografías del agresor, quien no ha sido identificado, toda vez que no es de la comunidad.

Vecinos de diferentes comunidades retuvieron varios camiones cargados con troncos de madera aparentemente talada ilegalmente. Foto: Cortesía vecinos

Un trabajador les advirtió que pronto llegarían a detenerlos, luego de que hay una denuncia penal contra quienes pretenden defender esa zona boscosa. La comunidad es de altos índices de marginación, lo que no permite contar con los recursos financieros que representa para los amenazados emprender la batalla legal: “nos pega la falta de recursos para poder hacer lo propio”, lamentó una de las fuentes.

A las personas amenazadas también les implica salir de su comunidad y ese día no trabajarlo, tendrían que trasladarse hasta Chignahuapan (sede del distrito judicial) lo que representa, al menos 2 horas y media de viaje, es decir, solo el traslado, ida y vuelta, les implica más de media jornada laboral y aproximadamente 600 pesos de gasolina: “sí que es algo de pensar”.

Para la defensa de este territorio boscoso ya iniciaron con algunas alianzas estratégicas con organizaciones no gubernamentales indigenistas que se han caracterizado por la defensa de los recursos naturales en la región como Tiyat Tlali, La Unión de Ejidos, así como otras organizaciones de Libres, de la capital poblana, así como de algunos activistas y ciudadanos interesados en la preservación del medio ambiente.

"Tenemos indignación contra los policías estatales, su actuación fue algo que nos dio mucho que desear; nos muestra la impunidad y el descaro de las autoridades estatales en este caso", señaló la fuente al tiempo en que justificaba su comentario en razón a lo sucedido aquel día: los lugareños sabían que la madera procedía de un predio diferente autorizado por las dependencias correspondientes, concretamente de uno que está intestado, incluso, se presume que a uno de los potenciales dueños, que está enfermo, le falsificaron la firma”, dijo una entrevistada.

Los campesinos refieren que además de las presuntas demandas contra dos de ellos, hay personas con miedo. Foto: Cortesía

Irregularidad que se suma -dijeron- a que otro de los permisos está firmado por un señor que vendió ese terreno hace más de seis años; además, el día en que los lugareños no permitieron el paso de los camiones con la madera talada, Epigmenio, uno de los señalados como saqueadores del bosque, le acercó un teléfono celular a los elementos diciéndoles que atendieran la llamada, como haciendo saber que alguien de mayor jerarquía le dan indicaciones: en el momento el elemento no atendió, lo que presumen hizo después, porque todo cambió inesperadamente y la situación se salió de control.

Incluso, relataron que cuando empezaron los jaloneos y los ánimos estaban muy calientes, los lugareños optaron por retirarse y así evitar que el conflicto pasara a mayores, aun así, hubo piedras arrojadas en el altercado, en el que había niños presentes.

A decir de los propios activistas, la situación estuvo a punto de salirse de control cuando alguien insinuó que se prendiera fuego al lugar: no podíamos permitirlo, estamos en una zona boscosa y esto era un grave peligro y dañaría al medio ambiente y la intención era resguardarlo, confió la fuente.

Afirmaron que dieron su voto de confianza a los oficiales y les dejaron toda la actuación procedente, en el entendido que serían puestos a disposición de las autoridades correspondientes: "no entendemos quien revisó los permisos federales, si tenía facultades para hacer eso, no sabemos quién dio el visto bueno de que las revisiones de los documentos serán correctas; es una mafia protegida por la policía estatal, es una mafia a ojos vistos", puntualizó.

Ante fenómenos como un reciente incendio se pidió una veda para la tala de árboles. Foto: Cortesía

Piden declarar veda para la tala

Como protectores del bosque, lo que necesitan es un estudio técnico general del bosque que demuestre que no está siendo aprovechado de la manera correcta, que está siendo saqueado y que los permisos otorgados son aprovechados para talar árboles de otros terrenos. Acusaron que los inspectores y los técnicos no están haciendo su trabajo, lo que facilita la tala irregular; también requieren que se declare una veda para talar porque hubo un incendio, lo que suma que hubo varias zonas afectadas por una plaga.

Los taladores de árboles se ven en la necesidad de seguir realizando la actividad, pero de forma irregular, ya que en muchos casos es su única fuente de ingreso. Foto: Erik Guzmán | El Sol de Puebla

"Entre el incendio, la plaga y los talamontes están acabando con el bosque y, por ello, también nos estamos quedando sin agua. Esa es una de nuestras mayores preocupaciones. Cuando vino Profepa estatal contabilizó la madera, dijo que no se moviera ni una astilla, la dejó en resguardo del comisariado ejidal y la población, por eso nos organizamos en defensa de esa madera contabilizada y resulta que no solamente se han llevado esa astilla, ahora se han llevado toneladas de madera que sacan, en camiones, por la noche", criticó la fuente.

La petición es que se involucren autoridades de nivel que le corresponda y que sea de manera coordinada, luego de que en el incidente de confrontación la policía local tardó más de cuatro horas en llegar. "El pueblo está mal, está inconforme porque ya no confían en sus autoridades", señaló la fuente.

Presumen que para la liberación de la madera puesta disposición, en ese incidente, hubo algún tipo de acto de corrupción, porque incluso la revisión fue muy lejana a los tiempos legales propios de la actuación. Ahora la preocupación está en la zona boscosa de más conflicto, se trata de varios polígonos ejidales, así como otras propiedades pequeñas que estarían en riesgo, sin embargo, el estimado de lo que se está afectando suma ya miles de hectáreas en Ixtacamaxtitlán, Libres, Aquixtla y Ocotepec.

Las fuentes consultadas no podían estimar el tamaño del saqueo, solo tienen como indicador que cuando llegaron algunas autoridades ambientales calcularon 5 mil metros cúbicos, sólo en la madera que estaba tirada, en ese momento y en ese lugar, madera que estaba ahí pudriéndose: "eso fue cuando vinieron las autoridades, ahora han talado mucho más; de acuerdo a lo que hemos visto, hay más de 7 mil metros cúbicos que están ahí tirados".