En pie, inmuebles de la Revolución en Acatlán

La parroquia de El Calvario, la Casa de Cultura y la Iglesia de San Juan Bautista fueron utilizadas de manera estratégica para la defensa de la zona

Brisselda Sarabia | El Sol de Puebla

  · martes 19 de noviembre de 2019

Foto: Brisselda Sarabia | El Sol de Puebla

Acatlán de Osorio, Pue.- Los lugares que funcionaron como cuarteles durante la época de la Revolución Mexicana en Acatlán siguen de pie, aunque modificados con el paso del tiempo, además de que han sobrevivido a los diferentes sismos que han ocurrido en la zona de la Mixteca.

Los tres lugares que funcionaron como cuarteles son: la parroquia de El Calvario, la Casa de Cultura y la Iglesia de San Juan Bautista.

De acuerdo con el historiador de la zona de la Mixteca, Daniel Corro Ojeda, cuando los zapatistas querían invadir Acatlán, los ciudadanos se unieron para no dejar que los zapatistas tuvieran en sus manos la tierra y todo aquello que les pertenecía.

Refirió que este movimiento se originó después de la Revolución Mexicana cuando Zapata se reveló a Madero, ya que uno quería que las tierras fueran entregadas al pueblo y el otro se oponía. Esto ocurrido en el año de 1912.

Al enterarse los acatecos de la invasión que estaban realizando los zapatistas, se unieron para defender su tierra y sus propiedades, por lo que establecieron la parroquia del Calvario, la Casa de Cultura y la Iglesia de San Juan Bautista como cuarteles.

En estos cuarteles se ponían de acuerdo como iban a defenderse de los invasores, apoyados por los Maderistas y de esta lucha surgieron varios personajes históricos como: Joaquín Osorio, Florencio Muñoz, Ricardo Reyes Márquez, entre otros.

La parroquia del Calvario, como se encuentra en parte alta, servía para atacar a los zapatistas, pero además para refugiarse, además de que este lugar fue liberado en el año 1914 aproximadamente, para después regresar a ser iglesia.

Foto: Brisselda Sarabia | El Sol de Puebla

Mientras que en 1812, aproximadamente, fue construida una vieja casona, donde el 17 de junio de 1832 nació el ilustre Gorgonio Rosas, quien era acompañante del presidente Benito Juárez, en su peregrinar durante la intervención francesa.

El inmueble sirvió de cuartel en 1861 al coronel Joaquín Osorio y Florencio Muñoz, que encabezaron al Ejército Liberal, que el 22 de mayo de 1861 lazaron los jefes reaccionarios José María Cobos y Francisco Montaño, que tenían en su poder al pueblo de Acatlán.

En el año de 1862 fue punto de concentración de los voluntarios llamados “Los Nacionales de Acatlán”, quienes lucharon en la gloriosa batalla del 5 de mayo en la ciudad de Puebla. Y ya para el 26 de octubre de 1985, por acuerdo de Cabildo se designó este lugar como Casa de Cultura y Biblioteca Pública Regional.

Otro punto de concentración fue la parroquia de San Juan Bautista que se encuentra en el centro de la ciudad, en donde coordinaban las acciones en contra de los zapatistas, por lo que en el momento del ataque muchos se posicionaron en las partes altas de la iglesia para defender a Acatlán.

Una vez terminada la lucha, este lugar regresó nuevamente a ser iglesia y siendo uno de los lugares principales de Acatlán

Cabe mencionar que estos tres lugares han sufrido modificaciones con el paso de los años y de los fenómenos naturales, ya que con el sismo del pasado 19 de septiembre de 2017 se dañó la iglesia de San Juan Bautista, en la parte de la cúpula, la cual hace poco fue entregada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), aunque con daños menores la iglesia del Calvario también fue dañada por el sismo, pero esta misma situación pasó la casa de cultura de Acatlán, que estos lugares fueron importantes durante la Revolución Mexicana.

COMO ERA LA MIXTECA EN EL SIGLO XX

Había mucha desigualdad económica y la mayor parte de la tierra seguía siendo comunal, por lo que había mucha injusticia social y desigualdad.

Tan solo en el distrito de Acatlán, existían 21 ranchos dedicados a la cría de cabras que después destinaban a la matanza que se realizaba en el municipio de Tehuacán, esta situación daba como resultado la división de clases donde los hacendados, rancheros y dueños de las haciendas representaban la primera clase.

Después estaban los profesionistas y pequeños comerciantes y artesanos, y finalmente las comunidades indígenas.