Pobladores de San Rafael Ixtapalucan y San Miguel Tianguistenco, ofrendan como cada primer martes de junio su madera, para el Señor de la Preciosa Sangre de Cristo, el cual se venera en la parroquia del Divino Salvador, una tradición que lleva varios siglos en las que se corta dichos troncos para hacer grandes fogatas como parte de la festividad.
El cronista Maximino Pérez, destacó que previo a la festividad de la Preciosa Sangre de Cristo el cual se venera en el municipio de San Salvador El Verde, este día martes iniciaron con los festejos debido a que el primer miércoles de julio es cuando se celebra.
Empiezan los preparativos, por lo cual explicó que la explanada, frente a la parroquia del Divino Salvador, por lo que fue alrededor del mediodía cuando llegaron personas provenientes de las comunidades, siguiendo la tradición de “Las Rastras”.
“Como desde hace varios siglos, lo han estado haciendo los amigos de San Rafael Ixtapalucan (municipio de Santa Rita Tlahuapan) traen leña para enormes fogatas que antes se ponía en este hermoso jardín frente a la Parroquia otras en la periferia de la plaza de armas”.
En este sentido, se observaron cómo estos enormes troncos arribaron mediante una procesión en la que se utilizaron bueyes, que tiraron de una carreta para poder transportan la madera; esta acción se llama “Rastras” donde también participan habitantes de San Miguel Tianguistenco.
También participaron los Moros, jóvenes en caballo que en esta ocasión hacen la función de heraldos, quienes encabezan la procesión de la leña; acompañados con la música de banda y estandartes con la imagen del cristo de la Preciosa Sangre de Cristo.
Corteños, encargados de cortar la madera
Cabe destacar que los habitantes de San Salvador El Verde, reciben con comida a esta peregrinación, pues quienes participan caminan por lo menos ocho kilómetros para arribar hasta la parroquia del Divido Salvador.
Por lo que a la una de la tarde hubo una misa, se entregará como en Semana Santa, el agua del Señor, aceite bendito”; cabe señalar que el agua del señor, es el resultado con la cual se limpia a la imagen de la Preciosa Sangre de Cristo.
Tras la celebración eucarística, empezarán los corteños, es decir, personas especialistas para cortar los grandes troncos de madera; “anteriormente, venían los amigos de San Andrés Hueyacatitla, hoy lo hacen, Santa Cruz Otlatla”.
En este sentido, Maximino Pérez, destacó que estos troncos que arribaron a San Salvador El Verde, provenientes del bosque ejidal de San Rafael Ixtapalucan, son arboles viejos, los cuales se puede notar por la polilla, que tienen, por lo cual, no se afectó a la naturaleza no hubo tala sino madera muerta.