El Valle de Tehuacán-Cuicatlán fue elegido por segunda ocasión como candidato para obtener la denominación de Patrimonio Mundial en la categoría de “sitio mixto”, cuyo nombramiento será definido por el Comité de Patrimonio de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés).
De acuerdo con un comunicado de prensa de la Secretaría de Cultura y Turismo de Puebla, la zona ya recibió el visto bueno como sitio nacional, de tal forma que en la 42 Reunión del Comité a realizarse en Manama, Bahrein, la cual se llevará a cabo en los próximos días, se definirá si el sitio recibe la denominación.
“Esta candidatura será una de las treinta que serán valoradas en el encuentro y se suma a las tres nominaciones que este año se presentan por parte de Latinoamérica”, expuso la dependencia estatal.
El 7 de julio del 2017 por la mañana, durante el desarrollo de la reunión, se dio a conocer que la biósfera había sido nombrada como Patrimonio Mundial, sin embargo, minutos más tarde se desmintió la información, aunque el sitio trabaja por la denominación por lo menos desde 2014, si bien el primer expediente de nominación fue ingresado al Centro de Patrimonio Mundial en enero del 2016.
La UNESCO define como “sitios mixtos” a todos aquellos lugares que conjugan valores culturales y naturales.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) el sitio cuenta con una superficie de 145 mil 255 hectáreas y se ubica entre los estados de Puebla y Oaxaca. Este mismo fue reconocido en 2012, también por la UNESCO, como Reserva de la Biósfera del Programa Hombre y Biósfera (MAB, por sus siglas en inglés).
Una de las principales características del sitio candidato es que se compone por una amplia variedad de especies y asociaciones vegetales únicas, como bosques con cactáceas endémicas columnares de gran tamaño, que están protegidas y, en muchas ocasiones, son cortadas de forma clandestina para ornamento.
Asimismo, cuenta con flora endémica y hábitat de especies de fauna silvestres amenazadas, como el caso del jaguar y el águila real, según expuso el propio INAH. También está compuesto por sitios arqueológicos y paleontológicos.