El señor Gerardo Ortega Méndez no solo enfrentó la pérdida de su madre a causa de la Covid-19, también vivió el calvario de recibir un cuerpo que no era el de su familiar, y por si fuera poco, el cadáver de su mamá fue incinerado sin la autorización de la familia.
Fue este domingo que el señor Ortega decidió internar a su madre -la señora Inés Méndez, de 83 años de edad- en las instalaciones del hospital del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE); pero, debido a la gravedad con la que contrajo la enfermedad, el día martes perdió la vida.
Lamentablemente, aquí no se acabaría el dolor de la familia. Tras realizar los trámites con la funeraria, se percataron de que el cuerpo que les querían entregar en el hospital no correspondía al de su madre, sino al de un masculino alto, robusto, canoso y de bigote, hecho que provocó la indignación en la familia.
Gerardo Ortega logró darse cuenta de la situación luego de que contratara los servicios de la funeraria “Panteón Jardín”, quienes al intentar recoger el cuerpo de la señora, se dieron cuenta de que en realidad correspondía al de un hombre, por lo que inmediato lo notificaron a la familia.
Ante esta situación, la familia solicitó hablar con el médico en turno quien, aseguraron, se deslindó del hecho. En tanto sucedía esto, el cuerpo de la señora Inés permanecía en calidad de desaparecido, pues tras varias horas de espera, la familia no recibía información de dónde estaba el cuerpo de Inés.
Después de más de 12 horas, el señor Gerardo fue notificado de que por un error en la logística, personal del hospital entregó el cuerpo de su madre a la funeraria “Asis”, donde fue incinerada sin que la familia diera su consentimiento.
A pesar de que pidieron una explicación por parte de los directivos del hospital, refirieron que simplemente les ofrecieron una disculpa de lo sucedido, motivo por el que iniciarán una demanda contra quienes resulten responsables.
Gerardo Ortega refirió que, aunque ya tienen las cenizas de su familiar, no tienen la certeza de que en realidad correspondan al cuerpo de su madre.
Aunque este medio solicitó la postura del hospital para conocer su versión de los hechos, hasta el cierre de esta edición, no se obtuvo respuesta por parte de la institución.