Desde venganzas, desapariciones y hasta enfrentamientos a balazos con cualquier tipo de autoridad, rodearon la vida de Jesús Martínez Mirón, alias “El Kalimba”, líder huachicolero de la región de Palmar de Bravo y quien el 30 de octubre fue ejecutado en una clínica privada de la colonia 5 de Mayo en Puebla capital.
Entre los hechos que se le atribuyen a Jesús Martínez se encuentra la desaparición de Juan de Dios Núñez Barojas, de 23 años de edad, originario de la localidad de Tehuixco en Palmar de Bravo así como de los hermanos Vicente y Abraham Basurto Linares, de 29 y 26 años de edad. Los dos últimos pertenecían al 24 Regimiento de Caballería Motorizada de Tehuacán.
Los tres jóvenes desaparecieron en abril de 2017, situación por la que incluso a través de algunos perfiles de facebook se anunció que habría una “limpia” de los integrantes de la banda de “El Kalimba”. Al líder delictivo también se le vinculó con el tráfico de drogas e incluso fue señalado de estar en contubernio con autoridades municipales.
El 7 de septiembre del año pasado, elementos de la Marina Armada de México realizaron un operativo para tratar de ubicar a “El Kalimba”, sin embargo el saldo fue de cuatro huachicoleros y un marino, muertos. Lo anterior ocurrió en la carretera estatal a Tlaixpan en Tecamachalco.
Para el 30 de octubre, Martínez Mirón fue abatido en una clínica particular de la colonia Lomas 5 de Mayo en Puebla, donde una mujer y dos hombres más que lo acompañaban también fueron ejecutados a balazos. En su escape, los matones ultimaron a otras tres personas en Amozoc. De este hecho se presumió que fue un primo de “El Kalimba” quien reveló su ubicación y lo entregó a un grupo contario, desatándose las venganzas entre bandos.
Patricia, la madre de Jesús Martínez fue quien hizo el reconocimiento de cadáver; ayer también murió, durante una acción de la Marina Armada de México.