La vereda de la discordia comienza casi en la parte de atrás del Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios 16 (CBTIS-16), ubicado al sur de la mancha urbana en la colonia Ricardo Flores Magón. Y termina a dos cuadras del centro de Atlixco.
Desde hace 30 años es usada por los estudiantes para cortar camino y salir derecho de regreso a casa. Y ese paso está rodeado de contrastes: al levantar la mirada surge el verde ostentoso de los plantíos de alfalfa, flores de tonalidades varias y muchos y frondosos árboles de copa extraordinaria.
Y al bajar los ojos brinca la otra realidad: un pequeño arroyo entre negro y verde oscuro. Basura de todo tipo, desde vasos y platos de unicel, faldas de mujer, rebozos viejos y camisas escolares olvidadas. Sin pasar de largo los grafitis, una casa abandonada, condones usados, ropa interior femenina y masculina y toallas sanitarias.
Desde la fundación de esa escuela, y aun cuando no había servicios de transporte público y la mancha urbana no llegaba, los bachilleres abrieron ese sendero para regresar al centro de Atlixco. Y hasta la semana pasada no había problemas para hacerlo.
A la derecha de las instalaciones del CBTIS-16, en los límites de las colonias Ricardo Flores Magón y Revolución, existen cerca de seis hectáreas de campo usadas en parte para la siembra y en otra para canchas de futbol.
Según la mujer entrevistada, dueña del terreno localizado a la mitad de ese camino, en los últimos meses arreció el “mal comportamiento de los jóvenes en esa área al grado de usarlo como motel o basurero. Vienen a fumar y terminan quemando árboles, a usar las canchas y dejan decenas de vasos de plástico. Esas son un par de razones suficientes para poner un alto”.
Descartó mantener la cuota por atravesar esa área, pero dejó en claro dos cosas: “colocaremos una vez más un anuncio en donde será pedido ya no usar más la vereda y los terrenos. Y también permanecerán vigilantes entre las 12 del día y las 3 de la tarde de lunes a viernes, hora de salida de los estudiantes, para evitar más atropellos”.
Todo esto es consecuencia de un video filtrado hace unos días a las redes sociales en donde una de las propietarias comenzó a cobrar dos pesos a los chicos por usar una vereda la cual conduce al centro de esta ciudad desde hace por lo menos 30 años.
Por esa razón los dueños de un terreno cercano al CBTIs 16 definitivamente ya no permitirán el paso de los estudiantes por su propiedad debido a la serie de afectaciones hechas por los propios jóvenes.