Un grupo de personas de distintos pueblos de la región, identificados como defensores del patrimonio cultural y del medio ambiente, ascendieron al cerro donde está ubicado el sitio ceremonial prehispánico, Teopanzolco, en donde demandaron el cierre definitivo de la mina de piedra del diputado federal Marco Antonio Natale Gutiérrez y se manifestaron contra el paso del gasoducto Tuxpan-Tula que construye la empresa canadiense TransCánada.
Hombres y mujeres transitaron por la carretera estatal que va de Huauchinango a la Junta Auxiliar de Xaltepec y después caminaron por un sendero entre plantas de ornato, bosque y terrenos agrícolas para llegar a los vestigios arqueológicos ubicados en la cima del cerro, que está entre las comunidades de Cuacuila y Xaltepec, ambas nahuas.
El conjunto de personas realizó un sencillo ritual para ofrendar, tamales, flores y frutas, en las ruinas que datan, según cálculos del historiador, Guillermo Garrido Cruz, de unos 500 años atrás, encendieron una pequeña fogata con hojarasca y sahumaron para completar el ritual.
Los asistentes, con lonas y pancartas se manifestaron contra lo que llamaron, “proyectos de muerte”, en primera instancia, mencionaron la mina de material pétreo o también llamado, banco de piedra, propiedad del diputado federal de la bancada del Partido verde Ecologista de México (PVEM).
Se trata de una empresa para la explotación de los recursos naturales en la zona baja de Teopanzolco, paraje identificado como Matzuntla, en donde, desde hace más de una década el actual diputado “ecologista”, Marco Antonio Natale Gutiérrez, extraía material pétreo sin permisos ambientales.
El pasado 11 y 13 de enero, la Secretaria del Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial, clausuró los trabajos por no contar con el permiso para la explotación del material del cerro; y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), por no contar con el Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA) y por no contar con permiso para el manejo de residuos peligrosos.
Los activistas aprovecharon el inicio de la primavera para subir a la cima de Teopanzolco, “cargar energía” y pronunciarse contra el paso del gasoducto Tuxpan-Tula que construye la trasnacional canadiense y que en la actualidad está en el proceso de información a las comunidades indígenas de Jalpan, Xicotepec y Huauchinango para que, después las consulten y decidan si permiten que pase el tubo que traerá gas natural desde Texas, Estados Unidos, hasta la ciudad de Tula Hidalgo, en México.