Un grupo de habitantes de la junta auxiliar de San Pedro Benito Juárez se manifestó frente a la entrada principal del Palacio Municipal de Atlixco, exigiendo respeto a sus usos y costumbres indígenas. La protesta, que reunió a aproximadamente 30 personas, expuso la creciente tensión entre los lugareños, las autoridades auxiliares y la parroquia católica de la localidad.
Con cartulinas que contenían mensajes como “Gabriel Silva abusa del poder y nos discrimina”, “No a la imposición de autoridades no legítimas” y “Bartolo, un buen pastor no provoca violencia”, los manifestantes denunciaron que tanto el presidente auxiliar Gabriel Silva como el párroco Bartolo Lara buscan imponer su control, rompiendo con las tradiciones de organización comunitaria que han prevalecido en la comunidad.
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El conflicto, según relatan los pobladores, se remonta al año 2009, cuando el gobierno del estado, en colaboración con inversionistas extranjeros, planteó proyectos ecoturísticos en la zona cercana al Popocatépetl, con una inversión estimada de más de 30 millones de dólares. Los habitantes temen que estos proyectos no traigan ningún beneficio a la comunidad, sino que resulten en el despojo de sus tierras y en la violación de sus derechos como pueblo indígena.
Los manifestantes también señalaron que, tras el rechazo de estos proyectos, las autoridades intentaron destruir la forma de organización comunitaria, que se rige por un sistema de cargos tradicionales elegidos bajo el principio del “Tetlalili”. Este sistema incluye cargos como fiscales, mayordomos, campaneros y otros roles fundamentales para la vida comunitaria.
Sin embargo, con la llegada del párroco Bartolo Lara, se ha intentado imponer nuevos cargos que no respetan estos usos y costumbres, lo que ha generado tensiones y enfrentamientos entre los habitantes.
Yuteita Hoyos Ramos, miembro de la Red de Abogadas Indígenas en Puebla y representante del comité, denunció que en 2023 el presidente auxiliar Gabriel Silva rompió con la tradición al elegir un nuevo comité mediante votos a mano alzada, en lugar de seguir el proceso comunitario establecido por el Tetlalili.
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Por su parte, la presidenta municipal de Atlixco, Ariadna Ayala, declaró que el conflicto está relacionado principalmente con cuestiones de la iglesia e hizo un llamado a los pobladores para que demuestren madurez y empatía en la búsqueda de una solución que contemple los intereses de todas las partes involucradas.
La comunidad de San Pedro Benito Juárez continúa exigiendo respeto a sus derechos y tradiciones, en medio de una creciente presión por parte de actores externos que, según ellos, buscan aprovecharse de su territorio sin considerar los impactos negativos sobre su forma de vida ancestral.
