Los habitantes de San José Miahuatlán han solicitado el apoyo de las autoridades locales y estatales para investigar qué tipo de animal está matando a su ganado, ya que en los últimos meses varios chivos han sido atacados dentro de sus corrales.
Durante el pasado fin de semana, los habitantes de la periferia realizaron una asamblea para hablar sobre los hechos que están ocurriendo, ya que se han reportado diversos ataques a propiedades en las que han amanecido muertos chivos, borregos y guajolotes, lo cual ha generado preocupación en la comunidad, especialmente porque estos ataques se han dado en los últimos cinco meses.
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El convocante de la reunión explicó que él fue el último afectado. Su propiedad, ubicada al borde de la carretera de acceso que entronca en Zinacatepec, fue escenario de un ataque el pasado jueves. De los nueve animales que tenía en un corral dentro de su casa, ocho murieron en el lugar debido a heridas en el cuello, aparentemente causadas por una mordedura.
Los habitantes explicaron que se trata de lesiones similares a las causadas por puntas filosas enterradas en el cuello o en alguna parte del cuerpo, siendo esas heridas las únicas lesiones visibles. Mediante un video y fotografías, el propietario mostró las lesiones a las que sobrevivió su único animal, señalando que el resto presentaban la misma agresión.
La persona afectada relató que el día de los hechos escuchó mucho ruido y, al pensar que los animales se estaban escapando, salió para encontrarlos ya lesionados. Los animales no estaban ensangrentados, solo presentaban las perforaciones, y la mayoría seguía con vida. Sin embargo, ya no pudo hacer nada por salvarlos.
Al pensar que los animales podrían estar contaminados, decidió enterrarlos inmediatamente, ya que no podían ser consumidos por desconocerse si pudieran tener alguna enfermedad. Solo un animal fue resguardado y hasta el momento se recupera de sus lesiones, sin presentar algún tipo de reacción.
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Durante la plática se mencionó que ya han ocurrido varios ataques en los últimos meses, por lo que se solicitó la intervención de las autoridades para que realicen una investigación. Muchos señalan que podría tratarse de algún felino montés, perros salvajes u otras criaturas, mientras que otros, basados en sus creencias, sostienen que se trata de un “nahual”.
Descartan felino
Especialistas han descartado que los ataques a animales de traspatio en San José Miahuatlán sean obra de algún felino, ya que difícilmente este tipo de animales salvajes se acercan a zonas urbanizadas. Veterinarios señalan que se trata de lesiones causadas por un coyote o un perro de gran tamaño, el cual debe ser localizado para evitar que continúen los ataques.
Tras analizar las imágenes compartidas por los habitantes, los profesionales indicaron que es necesario que las autoridades locales soliciten la intervención de la Secretaría de Desarrollo Rural.
El biólogo Fernando Reyes Flores, director de la Reserva de la Biosfera-Tehuacán, al ver las imágenes y escuchar que los habitantes también lo relacionan con algún felino que pudiera venir de la zona protegida, dijo que estos animales no llegan a las zonas urbanas. Explicó que la zona de San José tiene un buen estado de conservación de la vegetación, por lo que hay suficientes herbívoros para los carnívoros.
Señaló que en la RBTC existen jaguares, pumas, jaguarundis, tigrillos y gatos monteses, pero aclaró que estos felinos tienen su papel ecológico en la vida silvestre, alimentándose de venados, pecaríes, tejones, conejos, entre otras especies. Añadió que no se debe crear una mala reputación de los felinos, ya que eso amenaza su integridad, pues cuando la gente los ve, tiende a querer matarlos.
Basado en su experiencia, Reyes Flores sugirió que podría tratarse de perros ferales, ya que estos no temen ingresar en zonas urbanas y matar ganado doméstico. “Nosotros ofreceremos ir a tomar datos, ubicar huellas, etc., y hablarles sobre el seguro ganadero, pero es necesario que la gente del municipio se organice”, indicó.
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De manera similar, la veterinaria Elena González, propietaria de Tehuacán Salvaje, al ver las imágenes mencionó que, para ella, debido a la cantidad de ataques en un mismo momento, podría tratarse de un coyote, ya que los orificios son evidentemente de colmillos, y las zonas atacadas, principalmente el cuello, son donde normalmente atacaría un perro para someter a su presa o un animal de caza para matar.
“Fue un coyote o más de un perro muy grande. Si fuera un felino, probablemente habría marcas de garras, y además tendría que ser de un tamaño considerable para atacar a un animal de ese tamaño y dejarlos tan malheridos”, comentó. Añadió que, si un coyote anda por la zona, es probable que más animales comiencen a aparecer lastimados.
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