ATLIXCO, Pue. Raúl López Torres, uno de los directores de escuelas primarias locales más apreciado, murió. Durante casi cuatro décadas fue el responsable del Centro Obrero Federal, quizá una de las instituciones más emblemáticas e históricas de este municipio.
La comunidad escolar no tardó en manifestar solidaridad con su familia en las redes sociales.
El trabajo del profesor López Torres, no solo se reflejó en las aulas, sino que también encabezó, junto a los padres de familia y alumnos de esa primaria emblemática, una cruzada para obtener un nuevo edificio, luego de que el antiguo quedara inservible por el sismo del 19 de septiembre del 2017.
Infraestructura que desde hace tres meses inauguraron, en el norte de la cuidad tras abandonar las aulas móviles y la unidad deportiva La Alfonsina.
Sin embargo, a casi dos semanas de comenzar un nuevo ciclo escolar la muerte terminó sorprendiéndolo.
ÚLTIMO ADIÓS
El funeral de Raúl López Torres se realizó este miércoles en el antiguo edificio donde se desempeñó como el director de la primaria Centro Obrero durante 38 años.
Cientos de personas, entre alumnos, padres de familia y compañeros maestros, acudieron poco antes del mediodía a la Parroquia, la iglesia más importante de la ciudad, para darle el último adiós.
Después, un mariachi vestido de negro y una carroza esperaban el ataúd para trasladarlo, pero antes, sus restos recorrieron el zócalo de la cuidad, las instalaciones actuales de la Corde 16; cuyo edificio durante cerca de 50 años fue la sede de la primaria Centro Obrero.
“Ahí trabajó 38 años como director formando generaciones de buenos atlixquences. Siempre con traje y con un respeto y vocación por la docencia”, aseguró Arturo López Escalante, uno de sus hijos.
Durante media hora el cuerpo de López Torres permaneció a la mitad del patio de la ex Centro Obrero y posteriormente fue llevado al parque funerario Cristo Rey, sobre la vía Atlixcáyotl.