Para la Feria de las Flores en su edición número 85 que se organiza en Huauchinango, se invirtieron 10 millones de pesos, se recuperaron 3 millones 700 mil pesos y se estima una derrama económica de 20 millones de pesos, según datos oficiales.
La feria terminó el pasado 3 de marzo, duró una semana y fue desde lo ritualista hasta lo social y cultural, dado que el origen de la fiesta más grande de la región, pues en sus inicios los festejos eran solo en honor al patrón religioso, Jesús en su imagen de Santo Entierro.
De la llegada de la imagen del Santo Entierro a Huauchinango y de que inició la fiesta hace más de 100 años, sin embargo, la enumeración se inició hace 85 años, incluso en la época de pandemia, la Feria de las Flores se hacía de manera virtual.
La fiesta del lado religioso inicia dos días antes de la fiesta social y cultural, se realiza un ritual de ofrecimiento de un arco hecho con base en semillas, maíz, frijol, en su mayoría, aunque a veces se incluye trigo, alverjón.
En cuanto al maíz y el frijol, son de la última cosecha de los campesinos de la Junta Auxiliar de Cuacuila y son éstas las que se incluyen en el arco que se instala en la entrada principal del sagrario dentro del Santuario de Santo Entierro que, a la vez, forma parte de la parroquia de Santa María La Asunción.
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Para el viernes siguiente, el primer recorrido que realiza la imagen de Santo Entierro es hacia la exposición de flores, generalmente de azaleas que van desde las más nuevas y pequeñas, hasta arbustos que tienen hasta 80 años de antigüedad.
En Huauchinango hay una asociación de floricultores que se dedican, unos como actividad económica y otros por mero pasatiempo, a cultivar matas de azaleas mismas que se reconocen como introducidas a la región, pero que acá encontraron un buen lugar para florecer, algunas a la mitad del invierno y otras llegan con sus flores hasta la mitad de la primavera.
Se sabe que la azalea es oriunda de países de Asia y Europa, aunque algunos autores ya colocan a los países de América del norte, como lugares de su origen; el caso es que en Huauchinango es la planta central de la feria y es la que más llama la atención en su exposición.
Durante la feria se hace la exposición y se acompaña de eventos artísticos y predominan los culturales; uno que llama más la atención por su naturaleza es la elección y coronación de la Xochiquetzalli o la reina de la belleza indígena.
En esta ocasión, la participación de la mujer representante de una de las comunidades emblemáticas por sus raíces, Cuacuila, se destacó por inscribirse y participar, solo que casi al inicio del certamen se descubrió que ella no es hablante del náhuatl, por lo que los jueces la empezaron a calificar con una baja puntuación hasta quedar en último lugar.
La ganadora fue de la comunidad de Xilocuautla, Sarahí Primera (Sánchez Cipriano) hablante del náhuatl, también el concurso fue singular por la participación de una representante de la comunidad totonaca de Ozomatlán, sin embargo, quedó en segundo lugar.