HUAUCHINANGO. – Calles convertidas en arroyos, alcantarillas tapadas y un riachuelo desbordado que no causó mayores daños los vecinos, fue el saldo en lo que va la intensa tormenta acompañada de fuerte viento en Huauchinango.
Las sirenas de las unidades que opera el Cuerpo de Bomberos anunciaron que, en algunos puntos de la ciudad, las cosas no estaban bien. En la calle Aquiles Serdán de la colonia El Potro, en la zona alta de Huauchinango, se reportó “un registro tapado”, los bomberos acudieron a retirar el tapón formado por desechos.
Los llamados también empezaron a llover; en la colonia Adolfo López Mateos, sobre la calle Gustavo Díaz Ordaz y Camino Real se reportó que varias alcantarillas estaban azolvadas y que el riachuelo de respuesta rápida se había salido de su cauce.
Las alcantarillas fueron desazolvadas por los bomberos y en unos minutos la lluvia se calmó y también la chorrera del arroyo disminuyó y volvió a la normalidad.
En el centro de la ciudad también se alteró la calma, sobre el céntrico acceso, Corregidora, entre los accesos de Santos Degollado y Cuauhtémoc, otra alcantarilla estaba tapada y al parecer se debía al depósito de desechos urbanos, por lo que los bomberos acordonaron el lugar e hicieron el reporte al personal de la Empresa de Servicios de Agua Potable y Alcantarillado de Huauchinango (ESAPAH), pero ya no se supo sí acudió el personal o no.
En tanto, sobre la calle Hidalgo, a la altura del acceso perpendicular, Francisco Cravioto, la Dirección de Seguridad Pública detectó la tapa de una hoya fuera de su lugar por lo que los bomberos, acudieron a solucionar el problema.
La barda de un deportivo comunal que usufructúa el candidato panista a la presidencia municipal, Rafael Gutiérrez, se desplomó, al parecer por la intensa caída de agua y falta de mantenimiento. No se reportaron lesionados.
El chaparrón inició entrada la tarde de este 12 de mayo, los plásticos que protegen los puestos de comerciantes semifijos empezaron a ondear, los tendederos con ropa colgada en las viviendas de los lugareños iniciaron con su vaivén de lento a intenso. Se anunciaba una fuerte tormenta.
Las señoras corrieron a descolgar la ropa seca y oreada para prevenir que se volviera a mojar. El cielo de Huauchinango se tornaba gris Oxford y las nubes avanzaban con prisa.
Inició la lluvia, el agua golpeaba no solamente los techos, sino las paredes de las casas. La gente cerró sus ventanas pese al bochorno que se sentía, típico en la región en primavera y verano.
La intensidad del temporal aumentó de manera rápida y para los conocedores del clima en la región, supusieron que algo iba a alterar la tranquilidad vespertina. Las consecuencias de la tormenta.