Civiles custodiados por sujetos armados detuvieron la mañana del lunes al tren de Ferromex a su paso por la comunidad de San José Carpinteros, en la zona centro del estado de Puebla, esto luego de que apenas el viernes pasado los asaltantes se apoderaran de entre 50 y 100 toneladas de cemento en este mismo municipio.
Una llamada realizada al número de emergencia al 9-1-1 alertó muy temprano a las corporaciones policiacas, toda vez que un grupo de personas buscaban vandalizar los furgones del tren cargados con material para construcción. En esos momentos, elementos de Seguridad Pública Municipal junto con agentes de la Policía Estatal y Auxiliar acudieron al lugar para impedir que se llevara a cabo el asalto.
De esta forma las autoridades implementaron un operativo de vigilancia y seguridad sobre el paso de la locomotora para que continuara su trayecto, mientras que los saqueadores aún esperaban sobre las vías del ferrocarril, sin concretar el robo.
Esta práctica se ha hecho más frecuente en las últimas semanas, siendo el atraco más significativo el ocurrido el fin de semana, aunque corporaciones policiacas lograron recuperar parte de los bultos de cemento que los salteadores ya tenían en su poder.
EL TRIÁNGULO ROJO
El asalto a los trenes se incrementó en 2017, luego de que Petróleos Mexicanos (Pemex) cerrara las válvulas del paso de combustibles que pasaban por los municipios de Palmar de Bravo, Tecamachalco, Quecholac, Huixcolotla, Tepeaca, Acatzingo y Acajete conocidos como el Triángulo Rojo por el robo de hidrocarburo.
Ante la falta de combustible que daba dinamismo a la economía en esta zona de la entidad, las bandas delictivas comenzaron a operar el robo de mercancía principalmente al carguero, en las vías que cruzan entre Cañada Morelos y San Salvador El Seco, donde descargaban granos, electrodomésticos, abarrotes, vinos y licores de importación.
Los atracos colocaron al estado de Puebla como el segundo del país en este delito, con un total de 230 casos reportados, según datos dados a conocer por la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario (ARTF).
Fue en el último trimestre del 2017 cuando los operativos de la policía estatal, federal y de incluso el Ejército Mexicano lograron disminuir los asaltos en esa zona de la entidad, sin embargo, para el presente año los robos se reactivaron, pero ahora sobre el ramal que va de Tehuacán a la ciudad de Puebla, mismo que atraviesa exactamente sobre los municipios que se dedicaban al robo de huachicol.
EL MODO DE OPERAR
En la mayoría de los casos, la forma de operar de los hampones es colocar objetos como ramas, piedras, llantas y maderas sobre las vías del ferrocarril para detener el trayecto de la "bestia", a pesar de la enorme estructura de la maquinaria y las altas velocidades que alcanza, esta se vuelve vulnerable. El maquinista se ve en la necesidad de detener su camino para evitar un descarrilamiento.
Una vez detenido el tren, comienza el saqueo por parte de decenas de sujetos, algunos con el rostro cubierto, quienes bien organizados abordan los vagones para extraer la mercancía en conjunto o bien, para abrir las compuertas y provocar que los granos y ahora el cemento para construcción, quede regado sobre las vías férreas.
En el caso de Tepeaca, el producto robado es el cemento a granel o en bulto recién empacado en la planta de Cemex, instalada en el mismo municipio con destino al centro y norte del país.
Los asaltantes colocan los bultos sobre tarimas, a un costado de las vías, para después acarrearlos en vehículos particulares hasta bodegas clandestinas, para su posterior venta en el mercado negro a precios por debajo de lo legal.
LAS GANANCIAS
Hoy en día, familias enteras se han sumado a los asaltos al carguero debido a las ganancias que les genera la venta del cemento en bulto y a granel, así como sucedía hasta el año pasado con el trasiego de huachicol, aunque sus ganancias son menores.
De acuerdo con la información recaba por El Sol de Puebla, actualmente al menos tres bandas son las que operan actualmente el ilícito, las cuales están organizadas por territorios e inclusive, contratan a peones para descargar los vagones a cambio de un salario que va de entre 300 a 350 pesos por atraco.
Una vez en las bodegas, los bultos de 50 kilos de cemento Tolteca Extra, son ofrecidos a la población en 120 pesos, esto es 60 pesos menos del valor comercial en ferreterías y tiendas de materiales para construcción. De igual forma, el cascajo a granel –que es otro de los productos bajados del tren- es ofertado en 50 y 100 pesos, mientras que el precio de la tonelada se vende en alrededor de dos mil pesos, según el vendedor y el tipo de entrega.
MEDIDAS PREVENTIVAS
Una de las alternativas planteadas por comerciantes a fin de contrarrestar los atracos, es soldar las tolvas y compuertas del tren para hacer más difícil la extracción de la mercancía y evitar que se concreten los atracos, además de que Ferromex pudiera contratar más elementos de la Policía Auxiliar del Estado para el resguardo de la carga.
Por lo pronto, elementos de la policía estatal abordo de una unidad oficial recorren trayecto de la locomotora desde el municipio de Tecali de Herrera y especialmente en las localidades de San Pablo Actipan, San José Carpinteros y Santiago Acatlán, todas estas pertenecientes a Tepeaca, puntos donde se han registrado la mayor cantidad de robos.
Mientras las autoridades locales y del estado buscan frustrar los saqueos escoltando el paso del tren, hasta el momento únicamente han sido detenidas dos personas en la zona de Cañada Morelos, acusadas de dirigir una banda de asaltantes. No obstante, en la zona de Tepeaca no hay registro de personas detenidas, aunque los saqueos comienzan a ser más frecuentes y a cualquier hora del día.