Mediante una caravana, los habitantes de los siete pueblos originarios de San Andrés Cholula recorrieron este municipio para evidenciar, de forma directa, los límites del territorio que están en riesgo de ser consumidos por la expansión inmobiliaria de Lomas de Angelópolis.
El hartazgo por las omisiones en la inclusión de sus propuestas en el Plan Municipal de Desarrollo Urbano obligó a los habitantes a alzar la voz de una forma distinta. Esta vez no lo hicieron solos, a su movimiento se unieron académicos y estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), de la Universidad Iberoamericana Puebla y de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP).
La caravana visitó 13 puntos estratégicos del municipio que, tras la llegada de complejos inmobiliarios, están es riesgo o perdieron su zonas ejidales, es decir, de terrenos que eran ocupados para cultivos o ganadería.
Al filo de las 09:00 horas partió la concentración desde la explanada principal de San Bernardino Tlaxcalancingo con rumbo a la zona de Lomas de Angelópolis, el cerro de San Antonio Cacalotepec, hasta llegar a la cabecera municipal de San Andrés.
La sobreexplotación de los mantos acuíferos de la zona, la erosión del suelo que hace algunos años era tierra de cultivo, la desaparición de actividades comerciales relacionadas con el campo, y la destrucción de la flora y fauna son los daños que evidenciaron los quejosos.
En estas zonas fue desalojada una parte de la población originaria para permitir la entrada de familias de alto poder adquisitivo. Junto con estos habitantes, desaparece la ganadería, la cosecha de nopales y las costumbres y tradiciones de estas comunidades.
En su lugar quedó la erosión de suelo, la construcción de altos edificios (que consumieron el agua disponible de los pozos de agua del municipio), altas barreras y la desaparición de zonas arboladas.