El presidente municipal de Huauchinango, Gustavo Vargas Cabrera, pidió una disculpa a las comunidades de la demarcación por “no haber tenido más dinero para invertir” en esas y por no haber correspondido a la deuda histórica en esta y otras administraciones. Durante su gestión ejerció alrededor de 600 millones de pesos para el gasto social.
Fue durante su tercer informe de gobierno cuando el alcalde de extracción morenista, ante un reducido número de asistentes y mediante un fuerte dispositivo de seguridad, dio a conocer su versión sobre el estado del municipio en lo que fue su administración.
Llamó la atención que durante dos años los dedicó a la aplicación de recursos y obras, espacialmente en las comunidades, sin embrago, manifestó “si algo debo a mis comunidades, una disculpa” y añadió que tuvo que ver a que ya no hubo más dinero para invertir en la zona rural de la demarcación.
Indicó que durante su gestión se hicieron más de 300 obras y que la mayor parte del presupuesto se fue al gasto de la gestión, el pago de nómina y la operación de los servicios.
Uno de los principales problemas que enfrentó fue el manejo de los desechos sólidos urbanos, de lo que expresó que no se compró ningún camión recolector, que prefirió mandar arreglar los que se tenía en existencia, para evitar gastar en nuevo equipo o en venderlos, que los arreglaran y volver a comprar los mismos.
Recordó que, al llegar, solamente contaba con tres vehículos para la recolección y que ahora deja 15 que fueron reparados, con lo que optimizó el servicio, según sus palabras.
En el mismo tema reconoció que no logró dar solución al conflicto que representa la recolección y confinamiento de los desechos, por lo que recomendó a la siguiente gestión que se ocupe del problema con la ayuda de los diputados federales de la “cuarta transformación” para que se autorice un relleno sanitario en la comunidad de Nopala, en donde hace unos ocho años se inició la operación del mismo, pero colapsó por la deficiente infraestructura.
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Dio a conocer que durante su gestión se clausuraron alrededor de 320 tomas clandestinas sobre los ductos de Petróleos Mexicanos, en donde se practicaba el robo de combustible.
En cambio, reconoció la inseguridad que se vive en Huauchinango y justificó diciendo que la operación de la delincuencia se debe que el hampa migró, del robo de hidrocarburo a los asaltos a establecimientos y robos a viviendas particulares.
Por otro lado, se comprometió a entregar en buenas condiciones la comuna, es decir, a no saquearla, por lo que anticipó que se entregarán las oficinas con el mobiliario y las máquinas que existen en este momento.