Con una tradición de más de 100 años, en la que destacan dos imágenes religiosas, el Dulce Nombre y el Señor de las Tres Caídas, que son llevadas a las casas de cuyas familias han llegado a esperar hasta 35 años para recibirlas, e incluso las personas que solicitaron la visita ya han fallecido y los familiares cumplen con la promesa; y llegan a gastar más de 250 mil pesos para hacer los famosos altares monumentales.
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“Las imágenes que son más antiguas tienen más de doscientos años, pero las imágenes empezaron a salir hace más de cien años”, nos narra David Gorzo, quien hasta hace unos días se desempeñaba como director de Cultura en el Ayuntamiento de Huejotzingo.
“Incluso, hace aproximadamente un año, Martín Castellanos, quien es el presidente de la comisión del Dulce Nombre, confirmó que durante una restauración a la imagen encontraron en el oído un documento de 1897, donde alguien le da las gracias a la imagen del Dulce Nombre por los milagros”, refirió.
Fue así como precisó que las dos imágenes principales son la del Dulce Nombre y el Señor de las Tres Caídas, las cuales son las primeras cofradías religiosas que ha tenido el catolicismo en Huejotzingo.
Recordó que Huejotzingo es una de las poblaciones en las que llegaron los primeros 12 franciscanos a adoctrinar a los nativos de la región.
Por ello, para recibir a alguna de las imágenes, las familias de Huejotzingo tienen que esperar hasta 35 años; pero tanto ha sido el fervor de los huejotzingas católicos que actualmente ya salen diez imágenes, lo que significa que hay 10 altares monumentales que se hacen durante la Cuaresma.
“En el fin de semana ya hay diez altares, donde resaltan el Señor del Consuelo, el Señor del Perdón”, explicó el también vecino de este municipio.
LOS ALTARES MONUMENTALES
La imagen del Dulce Nombre o el Señor de las Tres Caídas sale del templo de la parroquia, las cuales están a los costados de la entrada a dicha parroquia.
Sale el viernes en una procesión hacia la casa de quien le corresponde hacer el altar. En esa procesión van visitando las casas de los vecinos, amigos y familiares, por lo cual, el recorrido dura aproximadamente una hora y media.
La familia recibe a la imagen de rodillas en la esquina de la calle de la vivienda, con una alfombra de aserrín, cohetes, música de banda y mucho fervor religioso, con fiesta.
Anteriormente, para recibir a la imagen, los integrantes de la familia tenían que estar todos casados religiosamente, sin estar amancebados y haber comulgado; en la actualidad, se ha perdido este requisito.
En la casa donde se hace el altar monumental dan tamales, atole y café, debido a que la imagen no se debe quedar sola, por lo cual, hay rezos constantemente.
El sábado llega la gente, alrededor de las 2 de la tarde, porque el altar se abre al público hasta el martes, que nuevamente, con una procesión regresa a su nicho en la parroquia de San Miguel. Y en la parroquia, ya se encuentra la familia que lo va a recibir el próximo año en su casa, quienes reciben a la imagen con cohetones, música y velas.
Agregó que las familias en Huejotzingo ya no se fijan actualmente si son la imagen del Consuelo, del Dulce Nombre o El Señor de las Tres Caídas; su fervor religioso hace que destinen en el altar monumental una cantidad de más de 250 mil pesos.
“Y un dato interesante es que actualmente mucha gente está recibiendo a las imágenes, y el papá ya falleció y fue quien hizo el compromiso hace 35 años; y hoy, como compromiso de la promesa del papá, de la mamá, lo están cumpliendo”, dijo David Gorzo.
También ha habido ocasiones en que los familiares, al ya no estar la persona que hizo la promesa y, por lo tanto, ya no la quieren recibir, pero “tienen que avisar por lo menos dos años antes, para que busquen de emergencia, pero casi no ha pasado”.