La iglesia de Santiago Apóstol ubicada en el municipio de Atzala, uno de los inmuebles más afectados por el sismo del 19 de septiembre de 2017, ha alcanzado un 80 por ciento de avance en su reconstrucción. Este templo es recordado por el fallecimiento de 12 personas durante un bautizo en aquel fatídico día.
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A pesar de que la reconstrucción parecía lejana para los habitantes de Atzala, los trabajos comenzaron el año pasado y han avanzado significativamente. Marco Antonio Pérez, encargado de la obra, señaló que actualmente se está colocando la estructura en la nave y la cúpula, además de realizarse los acabados finales.
Detalló que se espera que la iglesia esté lista antes de que concluya el 2024. La nueva estructura será mucho más resistente que la anterior, gracias al uso de materiales de alta calidad y técnicas de construcción contra sismos.
La iglesia permaneció en ruinas durante casi cinco años, desde el último servicio religioso celebrado el día del desastre. Solo cinco personas sobrevivieron al colapso: el sacerdote, un sacristán, Ismael - padre de la niña que iba a ser bautizada- y dos mujeres.
Dos sobrevivientes, María y su hija Rocío, fueron rescatadas por vecinos después de quedar atrapadas entre los escombros, a pesar de que no estaban invitadas al bautizo, sin embargo, asistieron debido a la escasez de feligreses en un día laborable.
Ismael N sobrevivió pero con graves lesiones en la columna. Después de 32 años viviendo en Atzala, decidió mudarse para escapar de los dolorosos recuerdos de su familia perdida.
Cabe mencionar que por mucho tiempo la comunidad no asistió a misa, muchos señalaron que fue porque no había espacio para realizarse la celebración, mientras que otros informaron que no había sacerdote en la localidad, además de que el inmueble se veía vulnerable por las lluvias.
El encargado de la obra subrayó que la reconstrucción del templo ha sido un gran reto, debido a la magnitud de los daños, pero los trabajos se están realizando con el objetivo de asegurar que el nuevo edificio tenga una estructura sólida y duradera.
Finalmente, la comunidad de Atzala espera con ansias la culminación de la reconstrucción de su iglesia, un símbolo de su fe y resistencia ante la adversidad.
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