SANTA RITA TLAHUAPAN, Pue. Un año después deque un grupo de ejidatarios puso en marcha un Santuario deLuciérnagas en el ejido del mismo nombre, hoy la población deinsectos asciende a miles y pretende ser un polo de turismonacional y extranjero y también, una fuente de desarrolloeconómico para sus pobladores.
En el segundo año de apertura al público, el recinto cuentacon instalaciones como comedor, cabañas y a sus alrededores hanprosperado hoteles, hostales y pequeños restaurantes; ademástiene un grupo de 50 jóvenes, 90 por ciento de ellos originariosdel municipio, capacitados como guías de turistas.
A través de Programa Nacional Forestal (Pronafor), la ComisiónNacional Forestal (Conafor) ha invertido en el ejido 5.1 millonesde pesos desde 2013 para realizar caminos forestales, lograrcertificaciones forestales, formar comités de vigilanciaparticipativa, pago de servicios forestales y restauraciónforestal, entre otros.
Sin embargo, no fue sino hasta 2016 cuando los ejidatarios quetienen la posesión de mil 564 hectáreas de bosque, se dieroncuenta del potencial que tenía el avistamiento de luciérnagas einiciaron con el proyecto que requirió de un millón de pesos deinversión propia, comentó Marcelino Ventura Castillo, presidentedel Comisariado Ejidal.
El proyecto ecoturístico tuvo algunas complicaciones en uninicio, ya que no todos estaban dispuestos a invertir recursosfinancieros porque consideraban que era un gasto, dijo, pero en elprimer año lograron atraer 3 mil 500 visitantes, y con ello,recuperar el 50 por ciento de la inversión inicial.
Hoy los 390 socios tienen altas expectativas porque piensanformalizar un restaurante y dar más empleo, sobre todo, a jóvenesuniversitarios como Alexis Aguilar, estudiante de la Facultad deFilosofía y Letras de la BUAP y habitante del municipio, quienahora es encargado de investigar a las especies de luciérnagas quese encuentran en la región del Izta-Popo y que viven en el nuevosantuario que será competencia para el ubicado en Nanacamilpa,Tlaxcala.
EL AVISTAMIENTO
A 2 mil 600 metros sobre el nivel del mar en bosques de oyamelesy pinos fundamentalmente viven las luciérnagas. El titular delConsejo de Vigilancia, Norberto Juan Sánchez Cortés, informó quecuatro especies de insectos predominan en el Izta-Popo, favorecidaspor los bosques, y se diferencian por su forma y color.
Aún se desconocen a detalle las características y los nombrescientíficos de los inquilinos del bosque, y sobre todo de los quehabitan en las 300 hectáreas que están abiertas al público,reveló Ventura, por eso se realizan los estudios pertinentes, paraconócelos.
El recorrido tiene una duración de alrededor de 45 minutos y alas 21:00 horas del día es el tiempo predilecto para elavistamiento, que se realiza sin un rayo de luz artificial y porsenderos determinados para evitar que alguna luciérnaga seaaplastada, ya que una sola puede tener hasta 150 huevecillos queson adultos en la siguiente temporada, de acuerdo con laexplicación de los guías.
La vida de uno de estos insectos es de alrededor de dos años yla hembra incuba huevos por alrededor de un mes, enterrados en latierra, aunque a veces puede matar al macho para incubarlos dentrode su cuerpo, luego de eso son larvas por cerca de nueve meses paraconvertirse en pupas por 20 días y después emerger comoadultos.
La luz que emiten es un ritual de cortejo, así las hembras, quevuelan en zonas más bajas, atraen a los machos, que están enzonas altas, para lograr aparearse.
En el ejido se Santa Rita Tlahuapan la temporada de avistamientode luciérnagas empezó desde este viernes y durará dos mesesmás. La entrada por persona cuesta 150 pesos.
Alrededor de estos insectos se han formado un sinfín dehistorias que los guías de turistas comparten durante el luminosorecorrido que parece sacado de un cuento.
LOS APOYOS
Carlos Arreortua, ingeniero de la Conafor en el estado, ha sidoel encargado de ofrecer asesoramiento para que los recursosfinancieros lleguen al bosque que pertenece al municipio.
No obstante, el comisario ejidal destacó que es fundamentalllevar a cabo mucha más inversión porque la región Izta-Popoofrece servicios, de los cuales no solo se benefician loshabitantes sino toda la ciudad y muchas empresas con el agua que esretenida por los árboles.
Aún con recursos propios, dijo, fue difícil detener la talaclandestina y no fue sino con el nacimiento del Santuario deLuciérnagas como cesó en una zona porque se puso una pluma en elúnico camino que sube al bosque donde habitan los insectos y seimplementó vigilancia.
Los ejidatarios pagan a los trabajadores del bosque hasta 150pesos por jornada, pero a través de recursos federales solo esposible cubrir el 46 por ciento de ese salario y lo demás sale delejido. Agregó que han tenido pláticas con personal del Gobiernodel Estado, encargado en materia de medio ambiente, y hanpresentado un proyecto que consiste en que cada peso que se recaudede las verificaciones vehiculares se regrese al bosque. Confíantener una respuesta positiva porque de esa montaña toda la capitaldel estado se beneficia.