En medio del humo blanco y el olor a madera quemada, es como se encuentra la comunidad de San Juan Cuautla, perteneciente al municipio de Coyomeapan, Puebla, debido a un incendio forestal que se encuentra activo desde el pasado 15 de junio, el cual a decir de los habitantes ha afectado a cerca de 500 hectáreas y limitado la movilidad de al menos nueve localidades aledañas. Pese al esfuerzo de decenas de personas, aún no se logran apagar las llamas.
Como si la neblina los hubiera invadido, es como luce este lugar ubicado a más de tres horas de la capital poblana, en donde el siniestro ha avanzado de manera rápida no solo por pastizales, sino también por la zona boscosa y al haber rachas de viento, estas extienden el humo hacia las poblaciones cercanas.
A decir de los habitantes, fue la tarde del pasado 15 de junio cuando se registró un siniestro en una barranca en la comunidad antes mencionada, por lo que se solicitó el apoyo a las autoridades para poder apagar el fuego, sin embargo, por la desorganización y conflictos políticos, el apoyo no llegó de inmediato y la lumbre avanzó rápidamente.
Desde ese día han visto un panorama en el que el fuego es difícil de controlar y por más esfuerzos que han sumado no se ha logrado liquidar el incendio, puesto que ya no solo arde parte de la superficie de esta comunidad en Puebla, sino también de Santiago Tecaltzingo, Oaxaca, debido a que colindan con esta entidad.
A decir de los habitantes no se sabe a ciencia cierta la causa del fuego, pues hay quienes aseguran que fue provocado, pero también existen versiones de que el calor y algún factor de la naturaleza lo ocasionó. Esto afectó a un centenar de vecinos, que son dueños de la mayor parte de los predios quemados.
“Se dice que fue provocado, pero que también un vidrio hizo todo, no se sabe, lo que si tenemos en cuenta es que por los conflictos políticos que hay aquí, la ayuda tardó y si hubiéramos actuado antes, el fuego no se habría extendido como lo vemos ahora”, expresaron los afectados.
Ciudadanos han tenido repercusiones en su salud
El Sol de Puebla acudió a esta localidad, en donde los ciudadanos mostraron su preocupación por esta situación, ya que las llamas no se detienen y desde hace ocho días ha causado estragos como falta de electricidad en algunas viviendas, enfermedades diarreicas, alergias en los ojos y tos en los menores de edad.
Anayeli, directora del preescolar en San Juan Cuautla, platicó que hay momentos del día en que las nubes de humo invaden por completo el lugar y los pequeños temen por la posibilidad de que “se queme toda su comunidad”. Lo anterior ha impactado negativamente en las actividades escolares, ya que los niños y niñas han dejado de ir a la escuela porque se han enfermado a causa de este incendio.
“Se nos nubla el día, el humo nos cubre, como que baja, esto ha causado que los niños empezaran a tener diarrea, con tos y con infección en los ojos, desde que inició el incendio nos están faltando más de 13 niños”, dijo.
Añadió que es un incidente triste, porque los árboles tardan en crecer muchos años y ahora ven cómo poco a poco caen a causa del fuego, por ello es que han tratado de sumar toda la ayuda posible para mitigar las quemas, mismas que han dañado el ecosistema, pues varios animales silvestres murieron.
Se limita traslado en 9 lugares
Otra de las afectaciones también es la reducción de movilidad en comunidades como Tepepan Bandera, Las Flores, Ixcatl, Petlapa, Zacacoapan, Tlalachianilco, Zacatepec, Matzatzongo de Guerrero y Xochiapa, pues el camino más corto para ir hacia otras demarcaciones representa un peligro, ya que la actividad del incendio provoca desprendimiento de árboles y piedras que pueden causar accidentes.
Por tanto, algunas familias no han podido acudir a comprar insumos para sus comercios o despensa en el centro de Coyomeapan o Tehuacán, pues Protección Civil les han recomendado evitar la zona del siniestro.
Según comentó Ludmila, otra de las habitantes, en días pasados brindaron apoyo a algunas familias que viven del otro lado del incendio, ya que no podían regresar a sus hogares, por ello les dieron hospedaje y comida, en lo que el riesgo era menor. Fue después de varias horas que se aventuraron a cruzar, pues no podían abandonar sus actividades en casa.
“Como el incendio inició en la tarde, la gente que vive del otro lado del cerro que se está quemando salió por la mañana para ir a trabajar o para comprar algunas cosas y cuando regresaron ya todo era un caos, entonces les dimos un techo donde dormir (…) era arriesgado que se fueran, aunque después si cruzaron”, expuso.
Destacó que los mismos pobladores se han puesto de acuerdo para dar de comer a quienes están ayudando a apagar las llamas, por lo que a través de las bocinas del lugar se pide que las madres de familia lleven comida a la plaza principal para después llevarla a la zona de riesgo.
Cabe mencionar que los pobladores entrevistados por esta casa editorial señalaron que hay 200 habitantes que se han sumado como voluntarios para que se liquide el siniestro, además de que en el lugar también ayuda personal de la Secretaría de la Defensa Nacional, así como la brigada Coyote del gobierno del Estado de Puebla.
Por su parte, Rogelio, poblador de San Juan Cuautla, agregó que debido a que ya suman ocho días desde que inició el fuego, habitantes de otras comunidades han acudido para evitar que el incendio consuma más hectáreas, pues el fuego “brincó” el río que divide a Puebla con Oaxaca y ahora una parte de ahí también mantiene las quemas. No obstante, ya se han puesto de acuerdo para frenarlas.
Destacó que los brigadistas y voluntarios salen desde las 5:00 horas con rumbo hacia la zona del incendio y regresan entre las 18:00 y 17:00 horas, aun con esto no se ha podido controlar la situación, por lo que esperan que en estos días se registren lluvias para frenar la lumbre.
“Todos suben bien temprano, van para cortar el fuego, algunos otros llevan tambos con agua, la policía también nos está ayudando y los que no podemos ir porque tenemos problemas de salud, pues nos quedamos aquí abajo, pero buscamos no dejarlos solos, les mandamos sus taquitos”, opinó.
De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial (SMADSOT) del gobierno estatal, en el lugar laboran 94 brigadistas y voluntarios, a fin de mitigar el fuego, sin embargo, la zona donde se ubica es complicada, pues es un acantilado, por lo que solo se ha logrado el control del 80 por ciento del siniestro.
Hasta el pasado 19 de junio el número de combatientes era de 80, pero al ver la magnitud del incidente se pidió más ayuda de la SEDENA y personal especializado en estos casos.