Inseguridad llega a terrenos de cultivo de Texmelucan, El Verde y Teotlalcingo

Labriegos acusan ser victimas de los amantes de lo ajeno

Ascención Benítez | El Sol de Puebla

  · miércoles 18 de noviembre de 2020

Foto: Ascención Benítez | El Sol de Puebla

La zona de tierras de cultivo que colindan poblaciones de los municipios de Texmelucan, El Verde y Teotlalcingo se ha convertido en un foco rojo de inseguridad para los labriegos, quienes han sido asaltados y despojados de sus bicicletas, motocicletas y herramientas de labor, tras ser amagados por sujetos desconocidos con armas de fuego y punzocortantes.

En la zona limítrofe, hay terrenos de labor de las comunidades de San Juan Tuxco y San Buenaventura Tecaltzingo del municipio de Texmelucan, San Simón Atzizintla del municipio de El Verde y San Matías Atzala del municipio de Teotlalcingo, por lo que desde las 6 de la mañana hasta las 6 de la tarde hay presencia de campesinos trabajando, regando y cuidando sus cosechas para evitar ser presa del robo de sus productos.

Por consecuencia, los campesinos para poder llegar a sus tierras de labor, utilizan camionetas, remolques, motocicletas y bicicletas, pero también llevan herramientas de labor, pertenencias, dinero en efectivo y algunos celulares, pero al ser una zona alejada de las poblaciones y al estar solitaria y sin presencia policiaca, los delincuentes han aprovechado la situación para delinquir a todas horas y todos los días, amagando y despojando de sus bienes a quienes se dedican a cosechar la tierra.

Genero N., que tiene sus tierras de labor en San Simón Atzizintla que colinda con San Matías Atzala y San Juan Tuxco del municipio de Texmelucan, aseveró que desafortunadamente ya no hay paz y tranquilidad en el campo, porque los delincuentes ya se hacen presentes y han despojado a varias personas de unidades vehiculares y herramientas de labor, para salir huyendo sin problema alguno, es urgente que las autoridades municipales, estatales y federales vigilen para que no sigan siendo afectados.

Salvador N. que tienen sus tierras de labor en los límites de Tecaltzingo y Atzala subrayó que ahora resulta que los delincuentes han llegado hasta donde están los campesinos trabajando, para amargarlos con armas de fuego para despojarlos de pertenencias y llaves de los vehículos para salir huyendo, pero el afectado se ve imposibilitado de defenderse, corretearlos o pedir ayuda.