Un tweet se volvió viral a inicios de este año por mostrar el precio de más de doscientos dólares por un enorme fruto en un establecimiento ubicado en Londres. A miles de kilómetros de este país se observan pequeños locales construidos con madera sobre la carretera rumbo a Manuel Ávila Camacho de Xicotepec de Juárez, con frutos de apariencia extraña colgando en espera de ser vendidos.
Eusebia García Jerónimo atiende uno de esos lugares sobre la carretera en espera de que turistas y gente de la región consuman los frutos y la miel que oferta. Este alimento se llama Jaca, cuyo precio en Londres oscila los 200 dólares, sin embargo, en esta región tiene un precio de 20 pesos por kilo. La Jaca puede llegar a pesar hasta 25 kilos, aunque es más frecuente en esta zona de Puebla encontrar piezas de seis kilos.
El fruto se ha ido adaptando a esta zona en la que la Eusebia y su familia ya llevan cerca de una década sembrando y cosechando. No son los únicos habitantes de la región que la cosechan, ya que es una planta de fácil adaptación y que no requiere muchos cuidados; el árbol puede llegar a medir veinticinco metros y dar una veintena de frutos.
En México fue introducida en la década de los 60 en la región de San Blas, Nayarit, donde el 90% de lo producido se exporta a países como Canadá, Estados Unidos e incluso el continente europeo. En recientes años se ha observado su ingreso al estado de Puebla, principalmente en regiones con climas tropicales, como en la comunidad de Avila Camacho.
A la Jaca también se le conoce como la fruta de los siete sabores, ya que al probarla se pueden percibir los sabores del mango, piña, plátano, melón, mamey, manzana y rambután.
La Jaca tiene diferentes nombres alrededor del mundo: panos, chakki, khantal son los nombres que ha recibido en la India; jackfruit en Estados Unidos e Inglaterra y nanka en Indonesia
Este fruto posee tantos nombres como posibilidades alimenticias, ya que contiene altos niveles de calcio, potasio, magnesio, vitamina C, vitamina A, vitamina B6, antioxidantes y hierro. Además puede ser transformado en diferentes tipos de alimentos, incluida la semilla; en la actualidad se ha convertido también en un sustituto de la carne por sus aportaciones de proteína.
La leche que produce en combinación con otros materiales sirve para pegar porcelana y la celulosa en papel.
Habitantes de la región aseguran que actúa como un antidiarreico, sirve para como tratamiento contra la conjuntivitis, otitis, e incluso se considera una planta afrodisíaca.
Su historia en el continente americano se remonta a 235 años atrás, cuando se desembarcaron árboles de Jaca, por parte de navegantes ingleses. Fue entre los años 1787 y 1793 que este fruto arribo a las islas de San Vicente y Jamaica, con la finalidad de alimentar a los esclavos a un bajo costo.
La planta se adaptó con facilidad ya que el clima tropical de estas regiones se asemejaba al de sus tierras de origen, que algunos textos las ubican en la zona tropical de la India y otros en Malasia; su cultivo se remonta a más de 3 mil años en indonesia y Malasia, donde en la actualidad se sigue considerando su fruto nacional.
La diversidad de este fruto se encuentra también en su nivel de aceptación, pues en lugares como Brasil, se pudre en las calles al caer y es considerado una amenaza e incluso colectivos ciclistas piden el retiro del árbol de zonas como los parques pues ha caído sobre ciclistas y manifiestan que esto representa un peligro para quienes transitan por la zona.
La Jaca ofrece a cada persona que la consume la experiencia única de probar siete sabores en un solo fruto.