Josh, soy gay, joven y vivo en el seno de una familia conservadora

Édgar Joaquín Barrios Reyna

  · jueves 15 de septiembre de 2016

ZACATLÁN, Pue.-“Ser gay, joven y vivir en el seno de unafamilia conservadora es algo que no deseo a nadie, mis padres nosaben que me gusta besar hombres, que me gusta acostarme con ellos;me siento culpable por no sentir que puedo hablar de mis cosas conellos; mis compañeros se burlan a mis espaldas, algunos me apoyany me respetan, otros fingen que no pasa nada, pero se dan lavuelta; ser homosexual en Zacatlán significa jugar un volado parasaber si te aceptan o te rechazan”, dijo Josh, en entrevista.

MANZANA ROSA

Josh llegó –al lugar pactado para la entrevista– cincominutos antes de lo acordado. Estaba nervioso, muy nervioso. Era laprimera vez que hablaba con un extraño sobre la elección quetomó, hace más de cuatro años, de ejercer su sexualidad con otroigual. Lo acompañó su pareja, Gaby, un año menor que él.

Vive en el seno de una familia que practica un credo, nocatólico, que está profundamente en contra de las–políticamente– llamadas "relaciones igualitarias". Tienemiedo que su congregación religiosa lo rechace y que sus padres locorran de su casa.

No necesitaba una camisa rosa: su voz, modismos idiomáticos yademanes hacían evidente su elección. "Mi papá me dijo que, sino obedecía los designios de Dios, me correría de la casa… queme olvidara que él es mi padre y que me olvidara de toda lafamilia… me advirtió que si lo desilusionaba sería algo quenunca me perdonaría, ni en el lecho de muerte…  que quiere unhombrecito… no un puti…” (sin terminar la frase, guardasilencio unos momentos)…

Y continúa… “Tenía 13 años y eso me llenó de miedo…mucho tiempo me enojé conmigo por no ser como los demás, que legustaban las chicas, así pasó la secundaria; en la preparatoria,después de una fiesta, conocía mi primer novio y desde entoncessupe que eso era lo que yo quería", contó.

Buscando con la mirada alguien que lo reconociera, jugando conel tenedor en la mesa y a la expectativa de las preguntas que lehacía, "Josh", narró cómo le hubiera gustado encontrar unafamilia que tuviera parámetros religiosos más flexibles y un amormás amplio como para no hacerlo sentir rechazado. Gaby es sutercer noviazgo. El que más le ha durado. En el que más se sienteenamorado.

Piensan terminar la carrera y, luego de una temporadatrabajando, vivir juntos. Gaby le propuso mudarse a algún estadoque le permite casarse, un entorno social menos crítico y trabajaren una empresa que sea más flexible con la temática de lacomunidad homosexual, lésbica, transgénero o bisexual.

Con orgullo describían sus participaciones en las marchas quehan estado para permitir las relaciones igualitarias. Con tristezacomentaban como pocos amigos los respetan tal y como son y nisiquiera le hacen preguntas incómodas.

-- ¿Te gustaría tener o adoptar un hijo?…

--No, por el momento no… más adelante: sí…

-- ¿A qué crees que se deba que en Zacatlán hay esta doblemoral que describes?

-- “Porque representamos lo que no se atreven y personificamoslo que son…”

-- ¿Lo que son…?

-- Sí… conozco hijos de empresarios, políticos, docentes yprofesionales que no se atreven a revelarse como homosexuales, ocon cualquier otra identidad lejana de los heterosexuales pordesvelar los propios secretos de su familia, porque sus padres sonhomosexuales, o alguno de ellos. Me parece que somos vistos como lamanzana rosa que está frente el palacio municipal: muy vistosa,unos la aman y otros la critican. Unos la tienen una como unemblema de la expresión artística del Zacatlán y otros lacalifican de antiestético. Así soy… así me escondo.

CULTURA ARCOÍRIS

Ya más relajado, de la mano de "Gaby", criticó: “soyhomosexual… me duele no sentirme aceptado por varios de sus tíosy tías, primos y primas… las marchas a favor o en contra de lapluralidad arcoíris para defender o negar el derecho a ejercer lasexualidad o nuestra forma de amar me abren la esperanza de algúndía podérselos contar. Quiero tener la madurez para un día notener que esconderlo. No sentirme señalado. En este momento que meestás haciendo la entrevista estoy en el dilema de pedirte que nola publiques y, por otro lado, convertirlo en el primer acto derespetar lo que soy…”

“…Cuando estaba más acentuada mi confusión, noté que norendía lo mismo en la escuela; cuando ayudaba a mis padres, en sunegocio, no rendía lo que yo quería, no me sentía a gusto y séque no puedo seguir así. He buscado una empresa que me ofrezcaoportunidades de crecimiento y que no me rechace por eso que soy,eso sí me haría muy feliz. Muchas veces he pedido a Dios que mispadres comprendan lo que es esta forma de amor, ese amor que no selimita a ser entre un hombre y una mujer; he querido poderlespresentar a mi galán, sin que eso signifique discusión, problemaso rechazo. Cuando tenía 14 años de edad, pensé –varias veces-en suicidarme, no podía con este dilema… ahí me ayudaron misamigos, con este mismo problema, y a través de los años meenseñaron a aceptarme tal y como soy”.

-Conozco otras personas que son homosexuales y no están contantos conflictos en su corazón o en su mente… la persona que merecomendó hablar contigo, es homosexual y en su casa lo saben, loaman y los respetan… ¿Qué hace la diferencia contigo?…

-“Que no tiene los padres y yo tengo, de la religión que yoprofeso, ni los tíos sufrimos que yo tengo…”

- Si pudieras hacerles llegar un mensaje, ¿cuál sería?…

-“Que si me aman: no me juzguen…”