Como parte de la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán (RBTC), “Las Salinas” es uno de los lugares más emblemáticos de la región de Zapotitlán Salinas; caminar sobre lo que hace miles de años fue parte del mar, atrae a científicos y a amantes de la prehistoria del planeta; el poder ser parte de la elaboración del “oro blanco”, es uno de los mayores atractivos.
A escasa media hora de esta ciudad se encuentran “Las Salinas Grandes”, 38 kilómetros sobre la carretera Tehuacán-Huajuapan de León, espacio que permite observar el proceso del “oro blanco”, nombrado así por los mismos salineros del lugar.
➡️ Únete al canal de El Sol de Puebla en WhatsApp para no perderte la información más importante
Mediante un recorrido en senderos de la zona, acompañados por guías, se explica la importancia de este lugar.
Este paraje es uno de los 15 sitios salineros más antiguos de la zona, donde las y los visitantes podrán observar los vestigios prehispánicos que relatan la historia que guarda el lugar, tales como hornos y vasijas donde se preparaban los “panes” y también de la evolución de la tierra, con la presencia de conglomerados de los animales invertebrados como los bivalvos que habitaban en esta región cuando era una playa de mar somero hace más de 110 millones de años.
Quienes visiten este lugar en un horario de 09:00 horas a las 16:00 horas, los 365 dias de año, también podrán conocer fragmentos más recientes de la historia de este paraje y de la comunidad, de cuando este sitio era un importante punto regional para la comercialización de la sal hasta los años ochentas; hoy en este espacio trabajan 11 de los 19 productores de sal de grano.
Rica en minerales y baja en sodio, con agua proveniente de las corrientes subterráneas de formaciones marinas del jurásico y cretácico, aquí los visitantes podrán conocer de su técnica de preparación entre piletas, asoleaderos, pozos de agua, cuevas acondicionadas como bodegas temporales y también vivir la experiencia de participar en el proceso de producción, y sobre todo apoyar en la permanencia de una actividad milenaria con su visita y la adquisición de este producto de anclaje territorial.
Cabe recalcar que la obtención de la sal y la cerámica fueron prácticas innovadoras en el valle de Tehuacán-Cuicatlán; ejemplifican la larga historia de interacción y desarrollo del hombre con la naturaleza al pasar de nómadas a sedentarios; estas actividades fueron claves para la designación de este territorio como Bien Mixto de Patrimonio Mundial por la UNESCO en el año de 2018.
- Te recomendamos: Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán alberga 49 especies diferentes de murciélagos
Este espacio ofrece senderismo interpretativo como actividad principal, además de una tienda en la que se pueden adquirir todos los productos de la región; cerca de este lugar se tienen restaurantes con comida típica, como platillos a base de tetechas, nieves con fruta típica de la zona como la pitaya y hasta la degustación del mezcal.