Tras lograr un diálogo con el alcalde Luciano Aparicio Rodrigo y representantes de la Secretaría de Gobernación, en el que acordaron una nueva reunión pactada para el próximo lunes 7 de diciembre, habitantes de este municipio, determinaron reabrir las carreteras federal Amozoc-Nautla y de cuota Teziutlán-Virreyes mismas que mantuvieron bloqueadas durante la noche del miércoles y primeras horas del jueves.
Toda esta problemática se debe a la inconformidad que prevalece por la creación del Sistema Operador de Agua Potable y Alcantarillado de Chignautla (Sosapachig), motivo por el que habrían acordado una mesa de diálogo planeada para el pasado miércoles a las 19:00 horas, dentro del Sistema DIF municipal, mismo punto al que había acudido un gran número de ciudadanos, pero al que no acudieron las autoridades.
Por lo anterior, los inconformes bloquearon ambas vías de comunicación, a la altura del punto conocido como El Puerto, donde permanecieron por cerca de seis horas, hasta en tanto se dio la presencia del alcalde, quien en conjunto con representantes de gobernación emprendieron un diálogo, con el cual lograron la apertura de las carreteras, lo cual ocurrió cerca de las 2:00 horas del jueves.
Entre los acuerdos logrados, se encuentra el de la creación por parte de los pobladores de una comitiva emanada de los diferentes comités de agua en el municipio, a fin de que sea una menor cantidad de gente, la que reúna el próximo lunes con las autoridades, a fin de que la información expuesta, pueda ser proporcionada posteriormente al resto de los inconformes.
Por su parte, las autoridades municipales hicieron el compromiso de exponer de manera extensa y detallada, lo concerniente al organismo operador, aclarando dudas, a fin de evitar que se siga manejando la versión de una privatización del servicio de agua potable.
No obstante, es importante señalar que la mayoría de quienes se han manifestado a lo largo de esta semana, en conjunto con los integrantes de los diferentes comités, se mantienen en la misma postura de rechazar este proyecto, del que aseguran, pese a que no se trata de una privatización, “contiene cláusulas que sí podrían llevarlo a ello o a una manipulación total del agua”.