La viuda de Gaspar Palacios Monterrosas, presidente del Consejo Municipal del Instituto Electoral del Estado (IEE) en el municipio de Chalchicomula de Sesma, linchado este miércoles en Tlacotepec de Benito Juárez, Rosalba Cuevas Vázquez, acusó que las autoridades del caso han retrasado la entrega del cuerpo.
Sin embargo, al cierre de la edición, la viuda dijo que ya estaba en trámites para recibirlo.
El argumento de la Fiscalía de Puebla, según señaló a través de audios, fue que han dado por muertas a personas equivocadas, y que por eso era necesaria la prueba de ADN, dijo. Posteriormente la familia desmintió dicha prueba.
Resaltó que cuando los familiares acudieron a identificar el cuerpo lo reconocieron plenamente, tanto sus señas particulares como sus cicatrices.
El hombre que murió calcinado por causa de los pobladores dejó huérfanos a tres menores de 14, de 12 y de ocho años de edad.
La mujer aseguró que su esposo era honesto, responsable con su familia y no tenía necesidad de actuar de manera ilícita.
La viuda destacó que los investigadores del caso han señalado que la población de esos municipios actúa de forma incorrecta pues solo “buscan a quién linchar”; sin embargo, acusó que la justicia en Puebla también está mal.
“Era honorable, nunca tenía que esconderse de nada, era responsable con su familia, le gustaba estar con su familia. Él no tenía necesidad de nada, no tenía necesidad de hacer nada ilícito porque tenía todo, trabajaba, tiene su casa propia, tiene sus vehículos. No tenía necesidad de tener más porque todo lo tenía”, comentó la esposa del fallecido en medio del llanto.
Palacios fue linchado la madrugada del pasado miércoles por pobladores de ese municipio porque supuestamente habría sido sorprendido robándose una motocicleta y posteriormente intentar ingresar a un domicilio.
Versiones no oficiales aseguraron que la noche que fue retenido trató de identificarse con la turba que lo golpeaba, llamó a través de un teléfono celular para que alguien hablara con los agresores y los convenciera de que no era un delincuente sino trabajador del IEE, sin embargo, el llamado no fue atendido por quienes lo golpeaban y luego le prendieron fuego junto al vehículo Volkswagen Sedán en el que viajaba.
“La gente está mal, está enferma, no saben ni quién pasa por su camino y eso mismo nos dijeron ayer, el investigador, que prácticamente la gente de por allá, de Tecamachalco está enferma, nada más ven a quién linchar, ya no saben ni a quién hacerle daño”, comentó la viuda.