No es día festivo, pero el repicar de las campanas y el sonido de los cohetes se escuchan con mayor intensidad en Cacaloxúchitl, comunidad perteneciente al municipio de Huaquechula, el motivo: 10 personas fallecidas por ingesta de alcohol adulterado.
El dolor se traduce en llanto en el hogar de las familias que perdieron a su familiar por esta causa. Padres, hermanos, hijos y vecinos se unen al mismo dolor que enluta a esta región poblana.
Uno de los casos es el de la familia Pérez Alonso. El joven de 26 años que en vida respondía al nombre de José Asunción fue una de las víctimas. Tras regresar del campo pasó a una tienda de la región donde se encontraban aproximadamente otras 15 personas.
Algunos de ellos -comentan los vecinos y familiares de la víctima- bebieron cerveza; unos más, licor de caña y los que perdieron la vida, aguardiente.
LA ÚLTIMA MORADA
Al filo de las 10 de la mañana, en el panteón de Cacaloxúchitl la fosa ya estaba lista para recibir el cuerpo de Asunción. Hermanos y familiares ayudaron a cavar la que se convertiría en la última morada del joven, quien antes de morir sufrió pérdida de la vista y convulsiones.
Cuando la fosa estuvo lista el hermano mayor regresó a su casa. Allí el resto de la familia le dedicaba plegarias mientras doña Bernarda lloraba frente al ataúd de su hijo.
Con paso lento, doña Bernarda recorrió las calles para acompañar el ataúd hasta el panteón. Durante el recorrido, vecinos salieron para darle el pésame a la señora, incluso, una familia -que el día anterior había enterado a su familiar por la misma causa- salió para despedirse del cuerpo y acompañar al resto de los familiares en su pérdida.
En el panteón, mientras el ataúd descendía, la madre rompió en llanto. Con la última pala de tierra despidieron al joven quien perdió la vida en su hogar y frente a su madre a causa de la ingesta de alcohol adulterado que se sabe, se distribuyó en al menos otros seis municipios del estado.
“SI SE HICIERA JUSTICIA, MUCHO MEJOR”
Doña Bernarda compartió que el dolor por el que ella atraviesa lo están sintiendo más familias de la comunidad, sin embargo, a pesar de que ya nada podrá regresarle a su hijo, pide que se haga justica.
“Ese día mi hijo todavía se tomó un vaso de Coca conmigo. Le di de comer. Para en la tarde se me puso bien malo. Ya no lo pude ayudar. Si se hiciera justicia, mucho mejor”, dijo la madre de José Asunción.
Por su parte, una de las hermanas dijo que, aunque se aplicara la ley a los culpables eso no le regresará a su hermano. “Aunque se hiciera justica, ya perdí a mi hermano”.
A pesar de que el decomiso de alcohol adulterado se llevó a cabo en una tienda de abarrotes ubicada en la 3 oriente, entre 6 y 8 sur, de esa misma localidad, el negocio aún permanece abierto.