Elvira Morales Salas vivió los peores momentos de su vida al ver como en cuestión de minutos, el agua y el granizo, inundaron su vivienda y pusieron en riesgo la vida de su pequeña hija de cuatro años y su abuelita de noventa, además de que sus pertenencias se echaron a perder al igual que las de otras 246 personas más que resultaron afectadas en la junta auxiliar de Emilio Portes Gil, luego de la tromba que azotó al municipio de San Nicolás Buenos Aires la tarde de este lunes.
Al filo de las 15:00 horas, los habitantes de esta población fueron testigos de este fenómeno natural que, en conjunto con los deslaves del cerro de las Derrumbadas, provocaron desastres en al menos 42 viviendas de esta comunidad y también en la carretera México-Veracruz donde paró la circulación vehicular durante al menos unas tres horas.
Instantes de angustia fueron los que experimentó la señora Elvira, quien al momento en que cayó esta fuerte lluvia, en uno de los cuartos su hija gritaba que se ahogaba porque estaba durmiendo y la cama se cayó. “Salí y grité, pero nadie me respondió hasta que el pastor del templo evangélico me auxilió y corrió a buscar ayudar. Por las láminas del techo me sacaron a mi niña y a mi abuelita. Mi niña gritaba desesperada ‘súbeme al muro mamá, no me dejes morir’ y yo le conteste ‘no te voy a dejar morir hija, te lo prometo’. A mí también me tuvieron que sacar por arriba porque mi cuerpo se estaba entumiendo a consecuencia del agua con granizo”, confiesa, aún con lágrimas en los ojos.
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Luego de que la tromba terminó –al filo de las 16:30- comenzó la movilidad de Protección Civil y de las autoridades del San Nicolás Buenos Aires, entre ellos el presidente municipal, Miguel Ángel Sánchez. Asimismo, elementos del Segundo Regimiento Blindado de Reconocimiento del Ejército Mexicano se hicieron presentes por la tarde noche para asistir las casas inundadas y a sus familias, quienes perdieron muebles, electrodomésticos, animales y hasta de cosechas de maíz y frijol.
Al igual Elvira y sus familiares, la señora Angélica Juárez Cruz, además de ver afectados sus pertenencias y el cemento que tenía para construir, también perdió los bultos que reguardaba en una bodega con su última cosecha de maíz y frijol, que ella y su familia sembraron en octubre del año pasado y recogieron a principios de este año.
La mañana de este martes, el presidente municipal estuvo en las instalaciones de la Telesecundaria Emilio Portes Gil para escuchar a los afectados y anunciarles la entrega de despensa. Asimismo, los trabajos de protección civil fueron notorios con maquinaria y carros de volteo para socorrer a los hogares dañados.
Para Martín Félix Rodríguez, de 76 años y quien se dedica al campo, ya todo se terminó, él, su esposa y su hija de 17 años, viven a las orillas de la carretera Federal a Perote y también se encuentran devastados, ya que, debido al suceso, no solo perdieron ropa, zapatos y muebles con la inundación, también 40 gallinas y unos que otros guajolotes, además de sus cosechas que se encontraban en un terreno cerca de su casa.
“Era lo poco que teníamos yo y mi esposa que no puede caminar, ya somos personas de la tercera edad y todo se me acabó. Luego con la humedad que quedó y con el temblor de hace rato, la pared de mi casa también se partió”, platica.
Es así como Elvira, Angélica y Martín, y otras personas de la comunidad, hacen un llamado a las autoridades para que les puedan brindar la ayuda necesaria para sacar los escombros de sus viviendas y la donación de ropa, zapatos y víveres, ya que en su mayoría se quedaron sin nada.