Una madre de familia, denunció ante autoridades educativas de la escuela primaria General Juan Crisóstomo Bonilla, ubicado en San Pedro Cholula Puebla, el presunto acoso sexual que un conserje ejerció sobre su hija.
A principios del mes de abril, la menor de siete años fue supuestamente víctima de una agresión por parte del trabajador, luego de que un día cuando ella se dirigía al baño el sujeto la detuvo para alzarle su camisa.
La menor asustada intentó defenderse y huyó buscando ayuda. Sin embargo, pese a que la madre de la alumna se dirigió con la directora del instituto para exponer su queja, ella le explicó que aunque quisiera no podía destituir al conserje porque era un trabajador sindicalizado.
La tutora resaltó además que por las vacaciones de Semana Santa sus quejas fueron alargadas desde abril hasta junio del presente año, en donde representantes de la SEP convocaron a la madre de familia a una reunión junto con el presunto acosador y la directora de la escuela.
Cabe señalar que durante este encuentro participó un compañero de la afectada, quien presenció la situación y declaró lo que había visto. Sin embargo, la madre de familia reveló que durante sus primeras quejas ante la directora esta le prohibió a ella y a los tutores del alumno que compartieran la situación con otros padres de familia, pues podría ser la niña “mal vista” por sus compañeros.
La madre apenada por la opinión de los demás o de que su hija fuera juzgada erróneamente esperó pacientemente a que se llevara a cabo el proceso para quitar de su cargo al conserje, lo cual no sucedió.
Pese a que la SEP intervino en el caso, la solución que se brindó posterior a la reunión no fue separar del cargo al empleado, dado que por falta de personal en el colegio no podrían encontrar un reemplazo para el presunto acosador.
Aunado a ello, la madre molesta por la situación reveló que durante todo el proceso desde el mes de abril e incluso cuando el conserje ya había sido separado, continuó dentro del colegio. “Mi hija me decía con miedo que ese señor seguía ahí, no lo corrieron ni lo separaron, solo le cambiaron sus actividades, pero siempre siguió ahí adentro y seguirá porque no lo piensan quitar”, expresó la madre.
Ahora que la tutora cuenta con la “solución” por parte de las autoridades educativas a las que les compete el caso, continúa angustiada de que el trabajador continúe dentro del colegio, pues afirmó sentirse temerosa de que existan represalias en contra de su hija o que suceda lo mismo con otros alumnos.