Una de las tradiciones más importantes en el municipio de Acatlán de Osorio, durante la celebración del Día de Muertos, es velar junto a las tumbas el 1 de noviembre y durante la madrugada del 2, por lo que la mayor parte de las familias se quedan durante toda la noche en los panteones municipales, tal como lo han realizado desde el año de mil 700.
El historiador de la región de la Mixteca, Daniel Corro Ojeda, dijo que la velación en el panteón es algo característico de Acatlán, que inicia el día primero de noviembre a las 20:00 horas, mientras que las personas arreglan el sepulcro con las flores de cempasúchil, veladoras, sahumerios y candeleros.
Refirió que las personas llevan sillas, sarapes, para protegerse del frío, iluminados con veladoras, cirios y velas.
Afuera del panteón se instalan puestos de café, tostadas, atole y otros alimentos para que las personas consuman mientras acompañan a sus muertos, tradición que cada día ha incrementado, ya que consideró que, de todos los sepulcros ubicados en los dos panteones municipales, son cuidados al 90 por ciento.
Mencionó que Acatlán siempre ha sido muy católico porque fue uno de los primeros lugares a donde llegó la evangelización, iniciándose primero por Tlaxcala, Puebla, Cholula y Chila de las Flores.
En Acatlán se acostumbró velar a sus difuntos, porque en este lugar se tenía la producción de cera y muchas personas utilizan la cera para velar a sus difuntos durante toda la noche del día primero y la madrugada del 2 de noviembre.
Destacó que Acatlán es de los municipios donde las personas acostumbran estar durante toda la noche.