Previo a la inédita celebración del día de la madre en este año 2020, en una semana los productores de rosas de la región de Atlixco pasaron por el tema de la pandemia del Covid-19, del oscurantismo y la fatalidad de la incertidumbre a la recuperación del aliento a medias. Y aún tienen la esperanza de terminar, en los próximos días, en el rescate de un asunto de antemano considerado perdido, quizá como nunca antes.
El anterior análisis es de Lorenzo Díaz Ortega, responsable de la planchuela local de Santa Rita, una imitación de central de abasto de toda esta zona y los municipios cercanos. “Hace siete días el precio de la rosa y los claveles literalmente estaba por los suelos: entre 70 y 80 pesos la gruesa. No más. Desde luego el panorama era completamente oscuro y fatalista”, confesó.
Sin embargo, reaccionó durante una entrevista con este diario, desde ayer por la tarde comenzaron a llegar decenas de camiones cargados de esa mercancía al predio ubicado en la Junta Auxiliar de La Magdalena Axocopan. “Indudablemente una buena señal de alivio para todos. Eso ayudó a recuperar parte del aliento. La ley de la oferta y la demanda arrancó y el precio ofrecido subió hasta los 240 o 250 pesos. A la par de los tráileres aparecieron compradores del valle de Atlixco. A pesar de la contingencia aquí están. Siempre habrá un comprador”, aseguró.
Y previo al 10 de mayo, pronosticó Díaz, la situación quedará acomodada y esto comenzará a saltar para salvar la mayor parte de la producción, del mercado y de la economía de los propios trabajadores del campo. Cuestionado cuál será el precio final de las rosas para el fin de semana, asumió no rebasará los 280 pesos por paca o gruesa. “Eso sí, muy lejos de los 420 o 450 logrados en estas fechas en el 2019. Pero son tiempos de contingencia mundial. No perdamos de vista eso. Estamos en el plan de rescatar algo ya perdido para muchos”.
El 10 de mayo es la segunda fecha anual más importante para los productores de rosas. Esto después de la época de Todos Santos. Los cálculos de generación de esa planta varían: unos señalan 120 mil toneladas cada 12 meses. Los optimistas refieren 145 mil toneladas. Y los realistas no apuntan más de 70 mil.
Con la economía del consumo de flores para el día de las madres pasmada por el coronavirus, a tal grado de cerrar todos los panteones locales, considerados el primer punto de distribución, y las salidas a restaurantes censuradas, los vendedores de rosas apuestan a la actitud retadora de los atlixquences y poblanos de salir a las calles a festejar y de paso comprar ese preciado regalo. Aunque no desechan la venta, no masiva, de envíos a domicilio.
CIERRE DE MERCADOS PEGA A FLORICULTORES
Productores de Rosa y Gladiola de los municipios de Chiautzingo, Teotlalcingo y El Verde ofrecen sus productos a través de las redes sociales y en calles, tras el cierre de mercados y locales donde se comercializa todo tipo de flores, ofreciendo el rollo a 50 pesos y dos docenas a 25 pesos, por lo que piden apoyo a los ciudadanos a consumirlos para que puedan subsanar las necesidades familiares en esta pandemia.
Los floricultores de Rosa cada año esperan la primavera (abril-mayo), preparan sus jardines todo un año e invierten mucho, para vender su producto, atrás de esa flor hay muchas personas debajo de un invernadero a 33°, podando, escarbando, regando en horas de madrugada, fumigando, exponiéndose a fertilizantes, insecticidas altamente peligrosos.
Para que la rosa esté en las mejores condiciones y las transporten en la madrugada a diferentes mercados y centrales de abasto, los cuales algunos ya están cerrados y otros están en riesgo del cierre total, lo que esté generando que pierdan todo su producto e inversión, hay que tener en cuenta que cada floricultor da empleo al menos a 20 personas, produciendo al menos 3 toneladas de rosas.
(Ascención Benítez | El Sol de Puebla)