San Martín Texmelucan, Pue. En las poblaciones de Temaxcalac y Moyotzingo, los menores son utilizados como “halcones” para robar a las víctimas que fueron citadas por la red social de Facebook. La participación de niños se debe a muchos factores, como la desintegración familiar, la narcocultura que viven en su familia y la falta de políticas públicas preventivas, según destacan especialistas en materia de Seguridad Pública.
El pasado mes de noviembre y diciembre, El Sol de Puebla informó que en dos casos de robo a víctimas citadas para la compra de un vehículo, fueron menores de edad el primer eslabón para robarles el dinero destinado a la transacción.
En Santa María Moyotzigno, una de las víctimas que recibió un impacto de arma de fuego por los ladrones, relató que minutos antes de la llegada de los delincuentes, un niño se les acercó para confirmar si comprarían el vehículo. Inmediatamente después, los delincuentes aparecieron.
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En el segundo caso, se confirmó dicho modus operandi durante un operativo para detectar a los delincuentes en la comunidad de San Baltazar Temaxcalac. Un menor de edad se acercó a los uniformados infiltrados para asegurarse de que ellos eran los compradores del vehículo. Minutos después, los delincuentes llegaron en un intento de robo, resultando en un enfrentamiento y la detención de cuatro sujetos involucrados.
Aunque los menores, además de actuar como halcones, también cometen robos a mano armada, como fue el caso del 2 de febrero del año pasado, cuando los policías municipales persiguieron un vehículo reportado con dos ladrones armados. Después de localizarlos, fueron detenidos y puestos a disposición de la autoridad correspondiente en los separos de la Policía Municipal de San Martín Texmelucan.
Niños jugando a ser delincuentes
Raúl Moreno, además de haber formado parte de la milicia ha sido policía estatal y municipal, con abogacía y tanto la maestría como el doctorado los ha realizado Seguridad Pública y Política Criminal, precisó que del 2016 hasta el 2023, ha sido notorio que los grupos criminales estén reclutando a los menores de edad.
"Tenemos una cifra aproximada de mil 800 de adolescentes asesinados; y en las últimas dos décadas han sido reclutados un aproximado de 40 mil niños en el país", resaltó.
De acuerdo al Informe especial sobre las condiciones que viven las personas adolescentes y jóvenes en conflicto con la ley penal en los Centros de Internamiento 2023 de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) destaca que en el estado de Puebla el Centro de Internamiento Especializado para Adolescentes (CIEPA) cuenta con una población de 16 internos menores de edad.
Cuatro de los internos están entre las edades de 14 y 16 años, seis entre 17 y 18 años y finalmente 3 que ya tienen más de 18 años. De estos, ocho están por homicidio, tres por robo y por secuestro respectivamente, uno por delitos contra la salud y otro por lesiones. Por lo que, 10 están condenados y 3 están en proceso de tener sentencia.
Por ejemplo, Santa María Moyotzingo sufrió por muchos años la actividad delictiva de El Japonés, quien, desde los 14 años, ya era famoso por el nivel de violencia con la que actuaba. Actualmente, al ser mayor de edad al ser detenido fue ingresado al penal de máxima seguridad en Puebla, el cual se encuentra en el municipio de Tepexi de Rodríguez.
En su currículo criminal destaca que al menos tres ocasiones se escapó del CIEPA, muchas veces fue detenido por la policía municipal de San Martín Texmelucan, por la entonces Policía Ministerial, sin embargo, por su corta edad, y en otras veces por la falta de denuncia quedaba en libertad.
En este sentido, en opinión del académico de la Ibero, Rodolfo Tadeo Luna de la Mora, quien es doctor en Criminología por la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, España, precisó que los menores de edad inician con cosas simples y a menara que van creciendo van desarrollando otras actividades ilícitas hasta llegar a los delitos de alto impacto.
Desintegración familiar
Para Raúl Moreno, el ingreso de los menores de edad a las filas de los grupos criminales obedece a que son vulnerables, debido a que les ofrecen dinero que no tendrían con sus padres, así como la falta de oportunidad, la deserción escolar y la desintegración familiar.
"Hablamos que muchos padres de familia abandonan a sus hijos, y lo peor de esto que muchos padres de familia, inducen a sus propios hijos a los grupos delictivos, esto como apoyo a las familias”, señaló el especialista en Seguridad Pública.
En este sentido, Rodolfo Tadeo Luna de la Mora, coincide al señalar que el ingreso a la delincuencia organizada, o actividades ilegales, se debe a cuestiones económicas, así como el tema de la masculinidad.
Incluso razones culturales o ideológicas, es decir, todo lo que hemos consumido como la narcocultura y con la idea de quién es el narco en México, o de ser parte de la delincuencia organizada se puede lograr éxito con lo simbólico, destacar entre el barrio, en la comunidad, al vestirse de determinada forma o se relaciona con otras personas con mayor poder.
Aunque en cierta manera se puede manejar que en la deserción escolar puede ser un factor en el cual se puede medir como el menor de edad deja el estudio para dedicarse entre otras cosas.
De acuerdo con datos proporcionados por la Secretaria de Educación Pública federal, las secundarias cercanas a las zonas donde se registró el robo de combustible en la región de San Martín Texmelucan en los ciclos escolares 2016-2017 y 2017-2018 se nota un aumento considerable al diez por ciento en masculinos.
Por ejemplo, en las secundarias, del ciclo 16-17 la Simón Bolívar en San Martín Texmelucan, presentó un 14.8 por ciento y la Rodrigo Montes de Oca con 8.6; mientras que para el siguiente ciclo fue las instituciones como Cuauhtémoc en Tlanalapan, presentó un 13.4; Vicente Guerrero en El Moral un 12.8 comunidades en donde había bodegas de almacenamiento de diésel robado a los ductos de Pemex.
En esto coincide Raúl Moreno, quien señaló que en Puebla el robo de combustible a los ductos de Pemex, la gente reclutaba a menores de edad; “Estos niños eran los que estaban en la carretera que estaban en las calles, que estaban como observadores, más que nada pare ver cuando pasaran las autoridades”.
Y agrega: “estos menores fueron reclutados con sueldos hasta de cinco mil pesos semanales, lo que una parte atractiva para los menores, el dinero fácil”.
Otro ejemplo es que en el CIEPA el nivel educativo que tienen quienes están ingresados es de la siguiente manera: 8 comentaron tener la primaria, 4 señalaron tener la secundaria, y uno el bachillerato.
Aunque la deserción no es un factor determinante para señalar que es para delinquir, de acuerdo al académico de la Ibero Puebla, Rodolfo Tadeo Luna de la Mora.
Políticas públicas
Cabe señalar que Raúl Moreno resaltó que se debe de trabajar en los tres niveles de gobierno de manera coordinada para evitar que los menores de edad busquen ingresar a los grupos criminales, así con el apoyo de asociaciones civiles.
En este sentido, el académico de la Ibero Puebla, Rodolfo Tadeo Luna de la Mora, preciso que hay economistas que han encontrado una cierta relación de los programas sociales del gobierno federal como las becas a estudiantes o Jóvenes Construyendo el futuro: “pareciera que sí hay una relación de disminución de la delincuencia".
Sin embargo, abunda que el dinero que puede obtener el joven de la beca no está llamativo como el que ofrecen los grupos criminales y el estatus que pueden tener dentro de su grupo de jóvenes.
De ahí que precisó el académico de la Ibero Puebla, que el punto central son las políticas públicas de prevención, más que las reactivas para los menores; “que pudieran buscar que los jóvenes no fueran reclutados por la delincuencia organizada, pero públicas que busquen acabar con la marginación en la que viven millones de jóvenes en el país, porque la marginación da lugar a niveles de frustración, de percepción que los jóvenes no tienen muchas opciones en la vida”.
A lo anterior también se debe de sumar, la recomendación de Raúl Moreno, de que se tiene que hablar de la reinserción familiar, se tiene que trabajar en una reingeniería social.
