La pretendida estrategia de "mecanización del campo" emprendida por el exgobernador del Estado Rafael Moreno Valle como una estrategia para medir los estándares de progreso agropecuario en territorio poblano, no sólo resultó ostentosa, sino que los mototractores quedaron en desuso o fueron vendidos por gran parte de los beneficiarios.
Campesinos de la región de Zacatlán entrevistados para El Sol de Puebla confirmaron que encontraron poca utilidad a los motocultores. Este tipo de vehículos utilizados para el campo eran más para trabajo de invernadero que de uso rudo, por lo que empezaron a dejarlos de usar o buscar alternativas de ventas. Ahí es donde empleados de las secretarías afines al campo notaron una “selva virgen” y se convirtieron en intermediarios para vender estas ayudas a precios de entre 30 y 50 mil pesos, especialmente con empresas de Guadalajara, Jalisco.
Según sus cuentas, estos apoyos y el conjunto de paquetes con los que se acompañaban, llegaban a sumar hasta 180 mil pesos. La partida era de un programa a fondo perdido que al pasar los tres años de haberse otorgado quedaban libres de auditoría. Esto facilitó las transacciones.
Actualmente, en la región únicamente el municipio de Aquixtla sería uno de los que aún conservan este tipo de apoyos, considerando que su tipo de producción agrícola se apoya más en los viveros. Una de las fuentes confió que, incluso en Zacatlán, apenas se conserva el 40 por ciento de las unidades, bajo la propiedad del directamente beneficiario: “aunque hay municipios de la Sierra Norte de Puebla en que si se llegan a conservan uno o dos, ya es una ganancia".
Las fuentes consultadas coincidieron en que este proyecto era más de imagen que de utilidad para el campo, que la mecanización había sido un arma política que funcionaba en su momento, pero que a raíz de los resultados ha mostrado su rotundo fracaso.