La muerte de un bebé en el Hospital General de este Pueblo Mágico la noche de este miércoles podría convertirse en el cuarto caso de aparente violencia obstétrica, por falta de médicos especialistas, no obstante la recomendación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos por violaciones a los derechos a la protección de la salud de una mujer y a la vida de su recién nacido en 2016.
CASO CUATRO
De acuerdo a las fuentes consultadas, este nuevo caso afecta, otra vez, a una familia indígena, de condición humilde, procedentes de la comunidad cuetzalteca de Cuahutamazaco, quienes perdieron a su primer bebé.
La información en poder de este reportero señala que la tarde de este miércoles la mujer empezó con las señales que le indicaban que el parto estaba cerca; fue hasta la madrugada cuando médicos y enfermeras en turno mandaron a caminar a la joven indígena, mientras transcurría el tiempo para iniciar con las labores propias de parto.
La mujer reportó algunas incomodidades. El esposo tuvo que insistir para que los médicos accedieran a revisarla. Fue como se dieron cuenta que había ruptura de membranas y, solo así, la ingresaron a la sala de expulsión.
El bebé ya había aspirado líquido intrauterino y nacido sin respiración, por lo que fue necesario entubar o llevarlo de emergencia al Hospital General de Tezuitlán la mañana del jueves.
Ahí no fue recibido porque no tenían incubadora, así es como fue trasladado al Hospital General de Ixtepec, justo cuando estaban dirigiéndose a ese destino les avisaron que habría un lugar para recibir al recién nacido, pocos minutos después de su ingreso avisaron a los padres que el bebé había fallecido.
El caso generó nuevas críticas hacia este hospital por la recurrencia de casos de violencia obstétrica y, nuevamente, por sufrimiento fetal innecesario.
"Seguimos exigiendo al gobierno que cumpla, por falta de médicos tenemos estos casos, lo único que hace falta es que el gobierno se haga caso de las necesidades", dijeron miembros de organizaciones que criticaron el caso.
ANTECEDENTES
Este medio publicó la secuencia de tres casos de aparente violencia obstétrica, Yerakdin, Emilia, Marisol. Cada uno de estos casos ha dejado en evidencia el impacto de falta de equipo, personal médico especializado suficiente.
Las víctimas tienen tres factores en común: la falta de atención, ser indígenas y estar en situación de vulnerabilidad socioeconómica. Hasta el momento ha habido marchas para exigir mejor servicio de salud y han renunciado dos directores.
Debe recordarse que la CNDH, el 17 de diciembre de 2016, emitió la recomendación 54/2016 por violaciones a los derechos a la protección de la salud de una mujer y a la vida de su recién nacido, en el Hospital General de Cuetzalan, investigación que había iniciado, tras una nota periodística, el 27 de agosto de 2014, cuando se integró el expediente CNDH/4/2014/5663/Q.
A casi dos años de esa recomendación, este caso evidencia que no se han cumplido con las garantías de no repetición que contempla "implementar las medidas que sean necesarias para conseguir que los hechos violatorios de derechos humanos no se repitan", y que se tomen las medidas necesarias para contar con la infraestructura necesaria y el personal especializado suficiente en el área de ginecología de este hospital.