Todavía es incierto el destino de hasta 80 toneladas de basura procedente de Huauchinango luego de que el alcalde zacateco, Luis Márquez Lecona, respondió a su homólogo huauchinanguense que no otorgará la prórroga que le solicitó tras el anuncio de que desde el próximo 5 de noviembre el relleno sanitario de la ciudad manzanera dejará de recibir los desechos de este otro Pueblo Mágico.
Gustavo Vargas Cabrera, actual presidente municipal de Huauchinango, solicitó a su homólogo zacateco un año de prórroga a fin de que su administración pueda construir su propio relleno sanitario, por solidaridad.
Bajo este contexto, el alcalde de Zacatlán respondió que cuenta con todo su apoyo moral, pero aun así no van a recibir la basura en el relleno sanitario zacateco, aun cuando el actual edil huauchinanguense es el menos culpable de esta situación, toda vez que los anteriores ediles de Huauchinango y Zacatlán son los verdaderos culpables, pues no hicieron nada para solucionar este problema, el cual generó que llegaran miles y miles de toneladas de basura durante cuatro años y ocho meses.
Asimismo, argumentó que esas miles de toneladas recibidas quitaron años de vida útil al relleno sanitario: "Realizamos un estudio de impacto ambiental y ser permisivos es tanto como ponernos la soga al cuello, sería una irresponsabilidad", agregó.
Negó que esta decisión tenga que ver con que el alcalde de Huauchinango milite en las filas del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), porque para el priista zacateco los colores no existen, pero sí la idea de que debe pensar por el bien de Zacatlán, porque es "una cuestión de justicia".
Abundó en que valorará si hubo responsabilidad por parte del gobierno estatal o federal, toda vez que es responsabilidad del gobierno estatal o federal, ya que se trata de un tema de medio ambiente y es necesario saber si hicieron caso del citado conflicto o, por el contrario, fueron omisos, es decir, si están en esa cadena de corrupción.
LA TRASCENDENCIA
Huauchinango es uno de los 14 municipios que concentran el 57 por ciento de la basura que se genera en territorio poblano. Concretamente es el número nueve en la generación de basura, según las cifras que desde el 2013 tiene el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi); Zacatlán ocupa el séptimo lugar.
En 2014, una de las quejas principales por la basura fue que la empresa Inmobiliaria Tierra Mexicana pretendía cobrar a ese ayuntamiento 206.04 pesos por tonelada de basura depositada en el relleno sanitario de Nopala.
En octubre de ese mismo año el problema se agravó luego de que la empresa, aunque recibía casi 300 mil pesos mensuales, no pudo resolver el problema y dejó un depósito de basura colmado de agua de lluvia y convertido en un pantano que desprendía malos olores y que alcanzó a contaminar vías subterráneas, además de que también contaminó el Área Natural Protegida de la Cuenta Hidrológica del río Necaxa.
De acuerdo con algunos recuentos, hasta 200 familias indígenas de tres comunidades dejaron de arrojar su basura en ese lugar incluso con la intención de proteger a estudiantes de secundaria de la comunidad donde estaba situado.
Dos meses antes, la presión había sido mucha porque en la ciudad se veían montones de basura que no era levantados por los camiones recolectores, de ahí la necesidad de la medida emergente de firmar convenio con Zacatlán, que desde un principio se había manejado como uno de los actos de corrupción más notorios de la administración encabezada por el zacateco Marcos Flores Morales.
Sobre la inmobiliaria, el Ayuntamiento de Huauchinango solamente señaló que se daba por suspendido el contrato con la empresa con la finalidad de proteger el ambiente y la integridad de la población.
Ahora el problema es el destino de las 60 u 80 toneladas diarias de basura que se generan en la cabecera municipal y las al menos ocho comunidades principales que se vean afectadas, entre ellas La Mesita, Tenango de las Flores, Xaltepec, Papatlazolco, Papatlatla, Ocpaco y Totolapa, que no cuentan con los recursos técnicos o económicos para el confinamiento final de sus desecho