San Pedro Benito Juárez.- La Junta Auxiliar de San Pedro Benito Juárez es el puerto desde donde zarpan todas las precauciones, prevenciones, preocupaciones y ocupaciones oficiales por la actividad reciente y antigua de su acompañante eterno: el Popocatépetl.
Un regidor auxiliar de apenas 30 años de edad de la comunidad maneja a la perfección la tecnología: el celular y la tableta, a diferencia del resto de sus compañeros.
“Mire: San Pedro Benito Juárez para acá, San Pedro Benito Juárez para allá. ¿A poco nos vamos a morir? ¡No va a pasar nada! ¡Ya lo conocemos!”, soltó con un tono de molestia mientras con el dedo índice pasa las publicaciones periodísticas en Facebook sobre su pueblo y la catástrofe anunciada para ellos desde los pronósticos del gobierno.
Ya no quiere hablar con este reportero: “mejor suba usted hasta la chichinera (sic). Hasta allá arriba donde el bosque, donde nuestro bosque, sigue quemándose por el fuego del volcán. ¡Eso sí es noticia!, y no la idea de desaparecernos. Total, ustedes vienen un rato y luego regresan como si nada a Atlixco. Y mientras la gente de nuestro pueblo está partiéndose la madre con la chichinera... y nadie, ninguna autoridad ayuda”.
De la pequeña plaza central de San Pedro Benito Juárez a la escuela primaria Nicolás Bravo son apenas cinco minutos caminando. El tiempo necesario para descubrir la tranquilidad y armoniosa calma de los lugareños.
EL REGAÑO
En el enorme patio de la primaria deambulan decenas de niños mientras sus maestros, la directora y el personal de protección civil de Atlixco acuerdan los términos de la charla informativa y del simulacro.
Y los chicos hablan sin tapujos: “¡Estamos en amarillo fase 3 y eso representa un poco de peligro, pero mis papas dicen no pasara nada porque desde mi abuelo siempre lanzó fuego!”, describió uno de ellos.
Otro más: “Sí tengo algo de miedo, sobre todo cuando hace ¡pum, pum, pum¡ como cuete gigante. Pero ya sabemos hacia dónde ir con la familia”.
Durante la plática ante la comunidad escolar, Eduardo de Laurents, coordinador local de Protección Civil, lanzó un regaño a los padres. “Ya escuché las voces de los adultos, repetidas por los niños, sobre la falsa idea de que no pasará nada. Y no es así. Atención: no estoy diciendo algo malo, no estoy hablando de una catástrofe. Hablo de tener claro, y eso es fundamental para los pequeños, de contar con la información necesaria para hacer frente a una emergencia”.
En menos de tres minutos completaron el simulacro con hipótesis de actividad volcánica. Los pequeños terminaron en el punto de concentración en parejas y sentados espalda con espalda enlazados con los brazos.
Los padres de familia tienen entre 20 y 40 minutos para ir por ellos. Mientras, en la parte trasera, el director de la Telesecundaria lanzó una pregunta: “Ya está arreglado el asunto de la evacuación de los alumnos, de los pobladores y de todos ¿y los maestros? También tenemos familia. Y prisa. Y ansiedad”.
San Pedro Benito Juárez cuenta con más de 9 mil habitantes. Ahí se conjugan tres religiones y dos partidos políticos. Y sobre todo, el ingrediente más repetido: el volcán los cuida, por los tiempos de los tiempos.