El comercio informal en la región de Tecamachalco genera desorden y riesgo para los transeúntes, al no poder transitar libremente por las banquetas que se adjudicaron los comerciantes desde las administraciones salientes.
En un recorrido que llevó a cabo esta casa editorial se observaron puestos de diferentes productos en calles céntricas de municipios de la zona, donde son ofrecidas frutas y verduras, antojitos mexicanos, venta de neumáticos, aguas frescas y carritos de comida, ropa y entre otros más que estorban el tránsito de los peatones, además de que generan mala imagen para la zona centro de cada ciudad.
De acuerdo con comerciantes establecidos, tras el paso de la pandemia decenas de comerciantes se hicieron notar en varios puntos ofertando diversos artículos y productos de temporada.
Sin embargo, ante el desinterés de las autoridades por poner orden en el tema del comercio informal, ésta ha generado un mal a la ciudadanía, los cuales caminan entre puestos y al no poder pasar se bajan de la banqueta y ponen en peligro a ser atropellados.
"La ciudad con puestos ambulantes ya generó un descontento, porque no hay libre tránsito para nosotros los peatones, además de que en ocasiones los comerciantes dejan su basura y no la recogen", mencionó Mariana Román, vecina de Tecamachalco.
La entrevistada señaló que el crecimiento de los ambulantes fue más notorio hace unos días cuando se dio permiso a todos los giros comerciales a reabrir al cien por ciento, por lo que exigen a las autoridades tomar cartas en el asunto.
Los puestos informales opacan a los negocios establecidos, los cuales tienen que pagar renta y esto genera desigualdad en los precios. "Se aproxima la temporada navideña y es cuando se abarrota de comerciantes, los cuales buscan vender a como dé lugar, sin embargo, nosotros tenemos que pagar diversos impuestos para continuar con nuestro giro, ya que de lo contrario tendríamos que bajar nuestras cortinas", relató Tomás Martínez, comerciante establecido.
El panorama se repite en los municipios de Tlacotepec de Benito Juárez, Cuapiaxtla de Madero, Quecholac y Tepeaca. En esta última demarcación el comercio informal está prohibido en el centro histórico, recién nombrado patrimonio cultural de la humanidad, no obstante, en las calles aledañas reina el ambulantaje desordenado.