Para la apertura de un túnel subterráneo con fines turísticos en el Centro Histórico de Huauchinango se invirtieron 5 millones de pesos, ahora se tendrá que tapar por disposiciones del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) debido a diversas “irregularidades”, para lo que se invertirán unos 4 millones de pesos más.
En el año 2020 se anunció la apertura de un túnel que sería histórico y se estaría desazolvando con fines de atracción turística al Pueblo Mágico de Huauchinango, para lo que se hizo una inversión millonaria, y finalmente, la tarde del lunes 7 de noviembre, personal de Protección Civil de la Dirección de Comercio, del Departamento Jurídico y de la Sindicatura, acudieron a acordonar en conjunto las calles Mina y Guillermo Ledesma, que forman el paseo peatonal que rodea al ex conjunto conventual, incluyendo la Casa de Cultura “Leticia Ánimas Vargas”.
El objetivo fue cerrar de manera parcial las calles con fines de protección civil y se dejaron dos avisos con la leyenda: “Por disposición oficial se mantiene cerrado el acceso al público en general, en razón a la violación de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticas e Histórico”.
En entrevista, el presidente municipal, Rogelio López Angulo, dijo que es una de las obras observadas de su antecesor Gustavo Vargas Cabrera, quien anunció la recuperación de un conjunto de túneles subterráneos e históricos con fines de preservación y atracción turística, sin embrago, la investigación está y se sabría si el túnel fue construido o sólo desazolvado.
Gustavo Vargas invirtió 5 mdp para esta obra
Rogelio López compartió que, para la obra del túnel, el ex edil, Gustavo Vargas invirtió unos 5 millones de pesos del Ramo 33, sólo que lo hizo sin la debida autorización del INAH. Y tampoco se apegó a los estándares de calidad en la ejecución de la obra, por lo que habría quedado débil.
Respecto a la falta de un permiso formal, más tarde el mismo Gustavo Vargas admitió, sólo que argumentó que él tramitó los permisos, pasaron algunos meses y la dependencia federal no contestó y al no contestar, el alcalde lo tomó como aprobación.
La obra ya había sido suspendida por el INAH en el mes de marzo del año 2021, por lo que la presidencia municipal tuvo que presentar el expediente técnico de la obra, y si era validada, continuarían las acciones, pero al parecer no se cumplió.
Al permanecer suspendida la obra hasta estos tiempos, el INAH instruyó a la comuna actual a garantizar la seguridad de los peatones y de los edificios históricos de la superficie, por lo que se cerró de manera parcial el acceso al paseo peatonal citado.
Para Gustavo Vargas Cabrera, la situación es un asunto de revanchismo político de parte del alcalde en funciones y de parte de la parroquia de Huauchinango, pues desde que inició el proyecto, pese a la autorización de la jerarquía eclesiástica, después cambió de opinión y decidió ya no permitir los trabajos y además de “bloquearlo”, según sus palabras.